Los bienes, al no adquirirse en propiedad, no se inmovilizan en el balance de la empresa ni, por tanto, se recoge la deuda con la entidad financiera de crédito en pasivo. Todo ello impide el endeudamiento y mejora la liquidez y rentabilidad. Además, el IVA se devenga en su totalidad; el cliente lo soporta repartiendo los pagos en concepto de arrendamiento durante el período contractual.Además, el cliente puede elegir libremente el fabricante o suministrador de los bienes a contratar y siempre se le facilita la ampliación o sustitución de los equipos durante el tiempo contractual sin incremento de la cuota.Renting vs Leasing: cuidado que no es lo mismo
En ocasiones,
suele confundirse el renting con el leasing, sin embargo su definición y tratamiento fiscal son totalmente diferentes. El renting es un alquiler que puede y debe incluir servicios, mientras que el leasing se considera, a efectos fiscales y operativos, una compra financiada que, en la mayoría de las ocasiones, sólo incluye el precio del bien. Mientras que en el primero, la renta es deducible en su totalidad, en el segundo, la deducción fiscal es en base a la renta y su amortización contable según tablas del Impuesto de Sociedades. El IT Rent Back, una modalidad en alza Por otro lado, crece la demanda de productos en renting como el software de gestión personalizado y servicios relacionados, tales como instalaciones, formaciones, mantenimientos, seguros, etc, y es ahí donde las empresas demandan cada vez más un renting más flexible y especializado, que permita adaptarse a las necesidades reales de hoy en día de las empresas y que todo se reduzca al pago de una sola cuota, simplificando los trámites y la gestión en este sentido.