Las startups españolas han redirigido su enfoque de buscar financiamiento basado en su potencial teórico hacia la demostración objetiva de rentabilidad y facturación. Actores del sector como Bosco Gonzáles de BCAS y Félix Martín de Alquindoi, destacan que los inversores, especialmente tras la crisis del COVID, están priorizando empresas emergentes con bases operativas sólidas y estables.
A pesar de un auge en la creación de empre sas emergentes y las inversiones registradas en 2022, que alcanzaron los 3.500 millones de euros después del récord de 4.300 millones en 2021, las operaciones de inversión se han ralentizado debido a la inflación, la desaceleración económica y el aumento de los tipos de interés.
Bosco Gonzáles señala que cambiar hacia la facturación en lugar de buscar inversión puede ser viable, pero requiere un enfoque sólido en la rentabilidad y una planificación financiera cuidadosa. Félix Martín destaca que este modelo plantea desafíos en términos de sostenibilidad a largo plazo, y los inversores buscan reconducir hacia modelos basados en una base operativa sólida antes de escalar.
Los expertos sugieren que aunque levantar fondos es esencial para cubrir costos necesarios, el objetivo final siempre debe ser la facturación y la rentabilidad. Para Nacho Requena, del sector de Room007, tanto el crecimiento en entrada de capital como la expansión deben ir de la mano.
David González de Depencare enfatiza que las startups no deben existir simplemente para buscar rondas de financiamiento, y la financiación debe ser una herramienta para alcanzar metas que no serían posibles de otra manera. Mateo Cusi de Urban Air Purifier sugiere que trabajar con recursos propios siempre que sea posible y enfocarse en generar ventas, ya que la inversión externa puede distorsionar el enfoque de la idea.
El ecosistema de emprendimiento tecnológico en España cuenta con aproximadamente 11.000 startups activas en 2022, según un informe de Invest in Spain. Barcelona y Madrid destacan como los núcleos principales, y más del 80 % del capital levantado proviene de inversores extranjeros. El país se posiciona como uno de los más atractivos para la inversión extranjera en el ámbito de startups, con Barcelona en quinto lugar en el ranking europeo de empresas emprendedoras.
Los sectores que han recibido mayor inversión de capital riesgo incluyen business/productivity, viajes/turismo, movilidad/logística, marketing/publicidad e inmobiliario/proptech. También se destacan sectores como salud/bienestar, fintech, foodtech y edtech.
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