Renovarse o morir: Las telecos europeas en la era smartphone
Según el informe de Roland Berger “Teleco 2020”, las ventas del sector en el Viejo Continente caerán un 20% durante los próximos ocho años.
La firma Roland Berger Strategy Consultants advierte: en 2020 las ventas del sector europeo de las telecomunicaciones sufirán una caída del 20% respecto a las cifras actuales. Este desalentador panorama se debe a una batalla encarnizada por el reparto de las cuotas de mercado, donde los proveedores de plataformas online y servicios para smartphones han conseguido romper ya el “status quo” del modelo tradicional.
Aunque esto no quiere decir que las operadoras se vayan a dar por vencidas. Según el informe “Teleco 2020 – Cómo las empresas de telecomunicaciones están transformando a la sociedad inteligente” será posible evitar este cambio de poder si las grandes corporaciones alinean el corazón de su negocio alrededor de la red, centrándose en nuevas áreas de crecimiento y adelgazando sus modelos operativos.
“Las cinco mayores empresas de Internet nos han mostrado el camino”, comenta Alexander Dahlke, socio de Roland Berger, en referencia a Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft, que cuentan con alrededor de tres millones de clientes en las áreas de terminales, e-commerce, redes sociales y contenidos, gracias al desarrollo de unos sistemas más intuitivos y el aprovechamiento de los datos de sus usuarios.
“Aunque el acceso de banda ancha seguirá siendo la base de la comunicación digital, las empresas de telecomunicaciones deben centrarse más en los deseos de sus clientes con el fin de aportar soluciones adecuadas para el mercado”, explica Dahlke. “La actividad principal en la industria de las telecomunicaciones está sufriendo una caída de precios de banda ancha a pesar de un aumento considerable en el volumen de clientes porque estos ya no están dispuestos a pagar simplemente por el acceso a Internet y quieren servicios personalizados y fáciles de usar”.
Se calcula que de aquí a 2020, las empresas de telecomunicaciones del Viejo Continente necesitarán invertir unos 600 millones de euros en renovar sus infraestructuras y consolidar sus mercados internos.