‘Remote first’, la transición inevitable que ha desencadenado la pandemia de coronavirus
Cada vez será más importante “dar a los empleados la posibilidad de elegir desde donde trabajar sin sentirse excluidos o presionados por su elección”, según VozTelecom.
Poder trabajar desde casa o desde un lugar distinto a la oficina tradicional era una antigua reclamación de parte de la fuerza laboral. La pandemia de coronavirus que lleva más de un año golpeando al mundo ha cambiado la forma de pensar de las empresas y ha convertido al teletrabajo en una opción cada vez más habitual.
Aunque evitar los desplazamientos y conectarse con los compañeros desde el calor del hogar se planteó en un principio como medida temporal, para evitar los contagios, lo cierto es que esta solución podría terminar siendo definitiva.
Hay compañías que ya están planteándose el teletrabajo a tiempo completo de sus empleados tras la vuelta a la normalidad real, cuando la vacuna se haya extendido entre la población. Otras barajan alternativas a medio camino, con un modelo híbrido que combine el trabajo a distancia y el presencial. En todo caso, el trabajo en remoto será una opción.
España no es ajena a este cambio de mentalidad. “Las empresas españolas también se sumarán a este movimiento”, pronostica Xavier Casajoana, CEO de VozTelecom, “y es que están constatando las ventajas que ofrece esta fórmula para la conciliación, la reducción de costes y el aumento del bienestar“. Las empresas pagarán por locales más reducidos y eliminarán el riesgo de atascos y pérdidas de tiempo, mientras que los empleados incrementarán su eficiencia, siempre y cuando la transición hacia el nuevo modelo se haga con garantías.
Otro beneficio sería una mayor diversidad en las plantillas y mayor acceso al talento por parte del departamento de recursos humanos, que no tendría que descartar a candidatos no locales.
“No obstante, para satisfacer las necesidades y requisitos de todos los empleados en este nuevo modelo, las organizaciones deberán recurrir al enfoque ‘remote first’ o ‘remote friendly’“, señala Casajoana. “Deberán asegurar que tanto la información para que los colaboradores desarrollen sus funciones, como las oportunidades laborales, sean igualmente accesibles para todos los miembros de la empresa estén donde estén, a través de la virtualización de las infraestructuras TIC”.
“Además”, añade, “un cambio importante es que el desempeño deberá medirse por la productividad, los objetivos y los resultados en lugar de las horas trabajadas o la ubicación“.
Una empresa ‘remote first’ no se desprende totalmente del lugar de trabajo físico, pero aplica el acceso remoto con total normalidad. Todos sus empleados son contratados por defecto como trabajadores remotos, que luego tendrán la posibilidad de ir a la oficina si así lo prefieren o cuando tengan necesidad de ello.
“Para muchas empresas no será fácil adaptarse ya que requiere un cambio fundamental en las políticas, los procesos, la tecnología y, lo más importante, la cultura de la empresa”, insiste Casajoana, para quien “será más importante que nunca dar a los empleados la posibilidad de elegir desde donde trabajar sin sentirse excluidos o presionados por su elección”.
Todo esto tendrá que ir acompañado de la tecnología, basándose en herramientas de colaboración, videoconferencia y comunicaciones en la nube. Del mismo modo, los equipos de TI jugarán un papel clave en esta transformación cada vez más ineludible.