Por una regulación europea que no ‘mate’ las startups
La Asociación Española de Startups sugiere a la Comisión Europea que a la hora de legislar sobre plataformas online tenga en cuenta la nueva economía y no las presiones de empresas tradicionales.
Con el Mercado Único Digital en mente, Bruselas está estudiando la elaboración de una normativa común que regularía las nuevas plataformas online, los datos y la economía colaborativa. En este sentido la Comisión Europea realizó una consulta que se cerró el pasado 6 de enero y en la cual preguntó a distintos agentes económicos y sociales sobre aspectos del mundo digital.
La Asociación Española de Startups (AES) ha aprovechado la consulta para hacer llegar a la institución comunitaria su preocupación porque se regule teniendo en cuenta las presiones de las empresas e industrias tradicionales y no tanto considerando la nueva economía. En su escrito asegura que las plataformas son claves en la economía digital y para la competitividad europea.
La AES cree que la nueva regulación europea puede beneficiar a las jóvenes compañías, en el sentido de que sería una medida aglutinadora, pero insiste en que debe tratarse de una normativa aperturista y no enfocada a cerrar puertas. “Necesitamos aclarar las reglas del juego y hacer que sean las mismas por toda Europa, para que las startups puedan crecer sin tener que preocuparse de las mil y una normativas aplicables según la región”, señalan en su carta.
A la patronal de los emprendedores le inquieta lo que pueda ocurrir si no desde Bruselas no abren miras. Temen que de hacerse efectiva la regulación tal y como está concebida actualmente derive en la desaparición de muchas startups o una migración a otros mercados más aperturistas. En consecuencia, Europa podría dejar de interesar a algunos gigantes tecnológicos americanos y todo en conjunto acarrearía un importante coste económico y laboral.
En cuanto a los datos, el organismo comenta que “muchas veces no se necesita más información, sino que ésta se comunique clara e inequívocamente y no escondida en la “letra pequeña”. La AES defiende que se establezcan “distintos niveles de exigencia de transparencia y protección de datos según el tamaño de cada plataforma, permitiendo así el crecimiento de los nuevos modelos de negocio digitales. Ciertas reglas mínimas pueden tener sentido, pero siempre dejando espacio para la innovación”.
La Asociación Española de Startups se constituyó como la representante de las empresas emergentes de nuestro país el pasado mes de noviembre. La organización ejerce como altavoz para medio centenar de compañías tecnológicas.