Red Hat: “Microsoft Azure tiene más cargas de trabajo sobre Linux que sobre Windows Server”
Con motivo de su visita a España durante el Red Hat Forum, entrevistamos a Werner Knoblich, Senior Vice President & General Manager de Red Hat, para hacer repaso de la estrategia del fabricante tras su adquisición por parte de IBM.
Para comenzar, ¿lejos de producirse una integración, cómo está siendo la transición tras la adquisición de Red Hat por parte de IBM?
Efectivamente, está siendo una transición y no una integración entre ambas compañías. Nadie habla de una integración sino que estamos creando sinergias entre las dos organizaciones. Red Hat tiene ahora la capacidad de escalar su tecnología gracias a IBM. Llevamos más de 60 trimestres consecutivos creciendo y queremos que siga siendo así, por lo que no tenía ningún sentido que ambos fabricantes se integraran.
En esa transición, Red Hat está en disposición de incorporar una capa de contenedores a todo el portfolio de software de IBM, lo que sin duda incrementará nuestro negocio.
Se refiere a Red Hat OpenShift…
OpenShift se está convirtiendo en la plataforma por defecto para desplegar contenedores que tengan en su interior las aplicaciones de IBM. Estamos embebiendo esta tecnología en toda su oferta de soluciones. Esto es obviamente un gran empuje a nuestro negocio.
Desde el punto de vista de IBM, la tecnología de Red Hat se está utilizando más y más en sus servicios y soluciones globales. Podríamos decir que Red Hat seguirá siendo roja y escalará en azul. Y no hay ningún plan para cambiar esto e integrar las dos compañías para conseguir el color morado. El de los colores podría ser un buen símil para entender nuestra estrategia.
Pero esto implica que deben prestar atención también a otros partners de Red Hat que tradicionalmente han sido competencia de IBM.
Sí, para nosotros es importante mantener la neutralidad y nuestra relación con empresas como AWS, Microsoft, Google, Accenture… con cualquier organización que sea competencia de IBM. Es algo que forma parte de de nuestro core y lo seguiremos haciendo así.
Para Red Hat, la tecnología es importante pero lo es más el componente humano, la cultura empresarial que han labrado durante todos estos años, ¿hasta qué punto es así?
En los entornos tecnológicos en los que nos movemos, la gente es la que marca la diferencia. De hecho, los principios del código abierto también se aplican a cómo manejamos la organización. Aquí todo el mundo puede aportar cosas de forma independiente a la posición que ocupe, y las tenemos siempre en cuenta. Empoderar a la gente que trabaja en Red Hat es algo que nos ha permitido llegar hasta donde estamos ahora.
Durante su presentación, identificó el año 2016 como un antes y un después para Linux, ¿qué nos puede contar acerca de ello?
La principal razón de ello es la explosión de la nube nativa, que tiene como base a los sistemas operativos basados en Linux. Como ejemplo de ello, Microsoft Azure tiene más cargas de trabajo sobre Linux que sobre Windows Server. De hecho, Microsoft tenía previsto inicialmente que su plataforma en la nube se llamara Windows Azure, pero tuvo que cambiar ese nombre por Microsoft Azure. Y esto dice mucho de la relevancia actual del código abierto.
¿Por qué cree que Linux no tuvo éxito en el ámbito del PC?
Es cierto. Literalmente, los entornos de escritorio han sido los únicos donde Linux ha fracasado. Los basados en Linux son los sistemas operativos por defecto en el datacenter y en cualquier dispositivo con software embebido, desde televisores a lavadoras, pasando por cualquier entorno IoT. Pero en el escritorio, en el PC, no ha ocurrido así. ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta es el monopolio conseguido por Microsoft durante décadas. Lo consiguió a través del ecosistema de desarrolladores de aplicaciones.
En la actualidad, ¿cuál es el rol que ocupa el ordenador personal en la vida de los usuarios?
Ciertamente es un rol que ha ido perdiendo relevancia durante la última década debido al impacto de los smartphones y de las tabletas en los usuarios. A pesar de que el PC sigue siendo relevante en determinadas tareas, su importancia está siendo compartida con muchas otras herramientas, eso es un hecho. Y la tendencia es que cada vez tenga menos peso gracias al consumo de la tecnología, del software como servicio, donde cualquier aplicación es accesible desde cualquier dispositivo y lugar.
Los proveedores de servicios, las operadoras de telecomunicaciones y compañías de software como Red Hat están haciendo que esto sea así, proporcionando servicios a los usuarios de forma independiente al hardware que estén usando.
Movámonos a la nube híbrida, cada vez más presente como parte de los recursos de computación de las organizaciones. ¿Qué papel juega Red Hat y las soluciones para reducir la gran complejidad existente a la hora de gestionar todos los elementos?
Nuestro acercamiento pasa por abstraer la infraestructura, hacerla invisible para los desarrolladores de aplicaciones hasta tal punto que no tengan que preocuparse del hardware donde se ejecutarán sus creaciones. Solo se tienen que centrar en el código fuente, siendo la plataforma como servicio la que se encargue de ejecutarlo de la mejor forma posible, ya sea en la nube pública o en la privada. Con OpenShift y los contenedores es posible desplegar esas aplicaciones en cualquier lugar y gestionarlas después eficientemente, por lo que conseguimos reducir o invertir la creciente complejidad del modelo híbrido enormemente.
Salvando las distancias, ¿se podría considerar a los contenedores como el siguiente gran salto tecnológico después del que se consiguió con la virtualización?
Sin duda. Solo hay que mirar a una compañía como VMware, cuyo negocio creció años atrás gracias a la virtualización pero ahora están muy centrados en la tecnología de gestión y despliegue de contenedores como algo clave en su estrategia. Obviamente, la virtualización seguirá utilizándose durante muchos años, pero los contenedores se van a expandir exponencialmente. A día de hoy, los contendores se ejecutan en máquinas virtuales, pero mañana lo harán en servidores baremetal [servidores básicos con un único inquilino].
Indiscutiblemente, todos los grandes avances de TI que veamos en los próximos años se producirán en el mundo de los contendores.
Para finalizar, ¿cómo ve el mundo del código abierto en los próximos años?, ¿cree que algún día se dejará de hablar del open source porque todo estará basado en ello y se habrá normalizado su uso?
No creo que llegue a producirse este hecho, pero sí está claro que en diez años habrá un interés mucho más amplio por el código abierto. En la mayoría de nuevos proyectos se utilizará, sin lugar a dudas. Donde tal vez no tenga tanto sentido será en desarrollos muy de nicho, demasiado verticales para atraer a la comunidad open source. El verdadero valor del código abierto es ese, cuando existe un gran número de contribuyentes aportando ideas y colaborando entre ellos.