La consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa está empezando a tener un efecto positivo en los mercados financieros. Las grandes operadoras europeas han experimentado un fuerte rebote en Bolsa al inicio del año, lo que ha llevado a un aumento cercano a los 38.000 millones de euros en términos de capitalización bursátil. Este repunte se ha producido después de un duro castigo sufrido en los últimos años.
Las fusiones entre las operadoras europeas son vistas como una posible solución para reducir la competencia, que ha penalizado las cuentas de las telecos, especialmente en mercados como España, Italia o Reino Unido. Los principales directivos de la industria, así como el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, también han pedido una consolidación del sector.
Entre las transacciones más destacadas se encuentra la fusión de Orange y MásMóvil, que se encuentra en la segunda fase para una revisión en profundidad por parte de la Comisión Europea. Además, Hutchison y Telenor están considerando la integración de sus filiales en Suecia y Dinamarca, mientras que el grupo asiático también está negociando la fusión de su división británica con la de Vodafone.
En el Reino Unido, Virgin Media O2, filial de Telefónica y Liberty Global, está estudiando una oferta por la operadora de fibra CityFibre. Liberty también ha entrado en Vodafone, con la compra de casi un 5 % de su capital.
La mejora de las cuentas en las operadoras también está impulsando la confianza de los inversores. Compañías como Deutsche Telekom, Telefónica, Orange o Telecom Italia han comunicado previsiones para 2023 que incluyen crecimientos de ingresos o EBITDA gracias a las subidas de precios y la mejora de los negocios en el exterior.
Telefónica se ha comprometido a que su negocio en España continúe creciendo en ingresos y a estabilizar su OIBDA en el segundo semestre, tras cuatro años. Además, Orange registrará un crecimiento del flujo de caja libre superior al 10 % este año, con un aumento sólido del EBITDA después de arrendamientos y el retorno a la rentabilidad de la filial española.
Esta mejora de las cuentas se traduce en una retribución al accionista, tanto a través de dividendos como de recompras de acciones. Deutsche Telekom ha pagado un dividendo de 0,70 euros por acción con cargo a 2022, un 9,3 % más, y prevé un dividendo de 0,76 euros por título para el próximo ejercicio. Orange, por su parte, pagará en junio 0,40 euros por acción en efectivo, con cargo a 2022, y prevé llegar a 0,72 euros por acción el año que viene y a 0,75 el siguiente. Telefónica también pagará en junio el primer tramo de su dividendo anual, por un importe de 0,15 euros por título
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