Esto es posible gracias a la piezoelectricidad, que permite generar electricidad con la aplicación de presión mecánica sobre piezas recubiertas con una delgada película piezoeléctrica.
Esta propiedad ha sido utilizada desde hace años pero han sido los investigadores del Real Instituto de Tecnología de Melbourne quienes se han dado cuenta de las posibilidades que esta forma de generar energía tiene para la industria móvil.
Y es que en la última década los teléfonos y demás dispositivos móviles han avanzado mucho en prestaciones y potencia pero este desarrollo no se ha visto acompañado de una mejora equivalente de la duración de las baterías.
Lo que proponen estos investigadores australianos es dotar a las teclas de los dispositivos de una capa piezoeléctrica y aprovechar los avances en nanotecnología para permitir que se recarguen las baterías mientras el usuario utiliza el gadget.
El problema que puede encontrar esta técnica es la tendencia a incorporar en los nuevos smartphones y tablets pantallas táctiles con teclado virtuales. Pero tiene solución ya que los investigadores creen que las piezas piezoeléctricas podrían ser integradas también en los dispositivos con pantalla táctil gracias a la nanotecnología.
Además apuntan a que esta tecnología se podría incluir en “zapatillas para cargar los teléfonos móviles”, según explica Madhu Bhaskaran.
El objetivo de este proyecto es ni más ni menos que crear la soñada “batería eterna”, según afirman los investigadores.
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