El dispositivo de WildCharge consiste en una tableta conectada a un enchufe, lo que significa que en realidad no prescindimos totalmente de los cables, pero desde luego ahorramos un montón de ellos. Esta singular tableta hace que los dispositivos depositados en su servicio se recarguen mediante el flujo de electricidad que va desde esa superficie a los móviles y portátiles conectados a ella.
En realidad las tabletas deben ser acompañadas de adaptadores que varían según el fabricante de nuestro móvil, aunque pronto ofrecerán adaptadores para otras clases de dispositivos como iPods, Blackberrys o iPhones.
Esos adaptadores disponen de unos contactos que son los que transfieren la electricidad a esos móviles, evitando el uso de varios cables distintos. La idea de WildCharge es precisamente la de ir convirtiendo este sistema en un estándar de facto que los fabricantes vayan aceptando poco a poco.
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