Cada vez es más fácil encontrar listados piratas de datos bancarios en Internet, por lo que el precio de los mismos está sufriendo un ligero retroceso.
Las claves PIN se vendían en el pasado a unos 100 dólares, aunque desde hace algunos meses se encuentran en la red por una cantidad que oscila entre los 10 y los 20 dólares.
Los buscadores anti-cibercriminalidad de la sociedad de seguridad Finjan acaban de anunciar que se está produciendo una “banalización” de la práctica delictiva online.
Algunos piratas han hecho una especialidad de desbloquear ciertas claves de tarjeta de crédito para luego revenderlas y el sector ha evolucionado hasta convertirse en un comercio.
“Una gran parte de este mercado”, explican desde la empresa de seguridad, “está ya regida por las leyes y las lógicas económicas”.
Además, se trata de un mercado en pleno proceso de diversificación, ya que la tendencia es ahora la recolección de datos personales de carácter médico, una información muy buscada para intentar defraudar al seguro o comprar ilegalmente algunos medicamentos.
Frente a este comercio, los bancos comienzan a tomar tímidas medidas de lucha contra la piratería, aunque siguen manteniendo silencio sobre el volumen de los fondos perdidos por estos robos.
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