Realidad Virtual y Aumentada evolucionan por Europa como lo hicieron los teléfonos móviles en los años 90
IDC cree que el mercado de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada en Europa del Este y central pasará de valer 187,47 millones de dólares a 5.540 millones en cuatro años.
Según datos de IDC, los ingresos por Realidad Virtual y Realidad Aumentada crecerán más de un 180 % de aquí a 2020 a nivel mundial.
Más allá de los datos generales, que hablan de 5.200 millones de dólares para este 2016 y de 162.000 millones para 2020, cabe pararse en los números vinculados a ciertas zonas geográficas. Por ejemplo, en qué es lo que pasará en Europa durante los próximos años.
Una región que experimentará una evolución significativa es Europa del Este y central. Aunque para este año sólo se le atribuye una contribución de 187,47 millones de dólares, dentro de cuatro años debería aportar ya 5.540 millones. Y es que IDC cree que se acogerá a una tasa de crecimiento anual compuesto del 177,8 %.
Esta evolución vendrá favorecida principalmente por el segmento de consumo, que de momento lleva acumulados 97 millones de dólares en 2016. De ellos, unos 90 millones corresponden a la Realidad Virtual.
Para Ivana Slaharova, analista de investigación de Customer Insights & Analysis para IDC, el auge de Realidad Aumentada y Virtual “puede ser fácilmente comparado con la época en la que los teléfonos móviles se introdujeron por primera vez en el mercado de Europa central y oriental en los años 90″.
“Con el aumento de la competencia y la penetración de mercado, suponemos que los dispositivos de RA y RV se convertirán en tecnologías de vanguardia asequibles para un espectro más amplio de consumidores tradicionales y para muchas industrias en el futuro cercano”, indica Slaharova. Su compañero en IDC Emir Halilovic, director de programa para telecomunicaciones y redes, señala que “después de muchos años de expectativas no cumplidas”, estos fenómenos han alcanzado “un punto óptimo, donde el rendimiento y la calidad de experiencia aceptables se unen a unos precios” asumibles.
“Con nuevo hardware como fundamento, los desarrolladores de aplicaciones y los integradores de sistemas construirán fuertes propuestas nuevas que permitirán la transformación digital de muchas actividades relacionadas con el trabajo, así como con las facetas de nuestra vida cotidiana”, sentencia Halilovic.