El ransomware se cuela entre las ciberamenazas más extendidas
El ransomware Locky ya se encuentra detrás de 6 de cada 100 ataques de ciberdelincuencia detectados a nivel mundial, según Check Point.
La presencia del ransomware, ese malware que es capaz de secuestrar equipos informáticos y pedir un rescate para su supuesto restablecimiento, está creciendo alrededor del mundo.
De hecho, se ha colado en el top 3 de ciberamenazas que elabora la compañía de seguridad Check Point. Se ha metido por primera vez en el podio de tipologías de malware más comunes del Índice de Amenazas de Check Point desde que se edita dicho informe. Su crecimiento está siendo tan alto que una de sus variantes, Locky, se escondió detrás de 6 de cada 100 ataques detectados durante el mes de septiembre. El ransomware, en general, ha crecido un 13 %.
“El crecimiento del ransomware es una consecuencia directa del alto número de empresas que pagan a los hackers para recuperar sus archivos”, explica Nathan Shuchami, jefe de prevención de amenazas de Check Point. “El cibersecuestro de datos se ha convertido en un método lucrativo y atractivo para los cibercriminales. Para poner freno y remedio, las organizaciones necesitan tomar medidas de prevención de amenazas avanzadas en sus redes, endpoints y dispositivos móviles”.
La amenaza más peligrosa a día de hoy, la que más ataca a las redes corporativas, es Conficker, que protagoniza 14 de cada 100 ataques. Conficker también es el peor enemigo de las empresas en España. Aquí, le siguen Upatre, los troyanos Nivdort y Tinba y el gusano Ramnit.
Para abrirse paso entre los dispositivos móviles, la opción favorita de los ciberdelincuentes a nivel mundial parece ser, una vez más, el malware HummingBad.