Una colección que deja pequeña a muchos museos, tanto por la cantidad de piezas como por la variedad, la procedencia, y el valor de algunos de los objetos expuestos, puesto que además de los que cualquiera podría comprar en una tienda y de las series limitadas hay un buen número de objetos procedentes de los propios rodajes. Y todo se debe a la pasión, dedicación (y al parecer interminables fondos) de Steve Sansweet, responsable de que Rancho Obi-Wan se haya convertido en La Meca del fan de “La guerra de las galaxias”
A su lado, otra de las grandes colecciones mundialmente famosas relacionadas con Star Wars palidece. Ron Foster tiene la mayor colección de figuritas, con 2.000 unidades, que impresionan un poco menos al compararla con esta inacabable sucesión de objetos reunidos a lo largo de 35 años de coleccionismo y albergados en unas instalaciones en Sonoma (California) que se extienden a lo largo de 3.000 metros de espacio expositivo que pueden visitarse… pero olvídate de los museos tradicionales y sus visitas guiadas o con audioguía a cambio de 5€.
Visitar Rancho Obi-Wan cuesta $200 para dos personas y el guía es el propio Sansweet. Una visita totalmente personalizada que puede durar entre 1 y 3 horas en función de las preguntas que le hagas sobre su impresionante colección y las ganas de charla que tenga el buen hombre.
Un precio quizá elevado pero quizá también justificado ante la singularidad del museo.
vINQulo
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