Rajoy convoca al embajador de EEUU por el espionaje de la NSA
El presidente quiere “recabar información” sobre las noticias que afirman que la NSA ha espiado a políticos y miembros del Gobierno español.
El escándalo de espionaje a ciudadanos no estadounidenses -incluyendo cargos políticos- por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) está causando serias disensiones entre Estados Unidos y sus aliados europeos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado instrucciones al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, para que convoque al embajador de EEUU en España, James Costos, a propósito de la actividad de la NSA en España, informa El País. La cita será el lunes a las 10.30, en el Ministerio de Exteriores.
Según ha manifestado hoy Rajoy en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo, su intención a la hora de convocar a Costos es “recabar información sobre noticias aparecidas en los medios de comunicación”. Ayer El País destapaba que la agencia estadounidense ha rastreado millones de llamadas, SMS y correos electrónicos de ciudadanos privados en España y ha espiado a políticos y miembros del Gobierno.
Hasta ahora, el Ejecutivo mantenía que no le constaban actividades ilegales de la NSA en nuestro país. Después de estas conocerse estas informaciones, similares a las publicadas en otros países europeos como Alemania, Rajoy tampoco tiene intención de presentar una protesta o de quejarse ante el embajador americano por los actos de espionaje de la agencia.
El jefe del Gobierno declaró que no quiere tomar ninguna decisión “sin tener la total y absoluta certeza de las razones que motivan” las actuaciones de la NSA. Lo más lejos que llegó Rajoy fue a recordar que el ordenamiento jurídico español “regula claramente el derecho a la privacidad de las comunicaciones de todos los ciudaanos” y que “las actividades de espionaje no son propias de una relación entre socios y aliados, y España y Estados Unidos son países aliados y amigos que desean mantener unas relaciones lo más estrechas posibles”.
Más duro fue el ministro de Exteriores, quien aseguró que “no hay confirmación expresa de que se haya espiado al presidente del Gobierno”, aunque de confirmarse, esta práctica sería “inaceptable e inadmisible”.