Quinta generación Intel Core vPro: Un modo mejor de conectar y trabajar
Analizamos las características de la quinta generación de procesadores Core vPro con la ayuda de Jorge Lang, director de innovación de Intel, y Carlos Clerencia, director de alianzas profesionales de esta misma compañía.
Con el cambio de año, Intel introdujo en el mercado una nueva gama de procesadores. Nos referimos a los chips Intel Core vPro de quinta generación construidos con proceso de fabricación de 14 nanómetros que, entre otras cosas, consiguen incrementar el rendimiento gráfico un 24% y empujar hasta un 50% la velocidad de conversión de vídeo si se comparan sus capacidades con algún modelo de la generación previa. Esta creación también presta una atención especial a la seguridad y a la vida de la batería, prolongando la autonomía de los dispositivos hora y media más. Para profundizar en sus características, NetMediaEurope ha charlado con dos directivos de Intel: Jorge Lang, que es director de innovación, y Carlos Clerencia, director de alianzas profesionales. Ambos han participado en un encuentro moderado por nuestra compañera Rosalía Arroyo, redactora jefe de ChannelBiz.
Con ellos hemos hablado durante el evento online “Un modo mejor de conectar. Un modo mejor de trabajar. Quinta generación de procesadores Intel Core vPro” sobre tecnologías muy concretas que ofrecen los nuevos Intel Core vPro, tales como Intel WiDi o, lo que es lo mismo, Wireless Display, Intel Wireless Docking, Intel Identity Protection e Intel Active Management. También hemos aprovechado para conocer de primera mano cómo está aprovechando la compañía de Santa Clara la adquisición de la firma de seguridad McAfee al apostar por un sistema de protección a nivel de chip, para tratar cuestiones como la nueva vida digital y los retos que plantean unas plantillas de trabajadores cada vez más tecnologizadas y móviles, y para evidenciar el hecho de que, cuando estos empleados consiguen realizar sus tareas de la manera más eficiente posible, la empresa en general acaba ganando.
El contexto de la economía digital
Teniendo en cuenta la competencia a la que se enfrenta cada compañía en su campo de acción particular, se antoja fundamental “que la productividad de la empresa sea la máxima posible”, señala Carlos Clerencia, director de alianzas profesionales de Intel. Dicha cualidad “de los empleados, al final, es el mejor activo que tiene una empresa”, reconoce Clerencia, por lo que habría que mantenerla, ofreciendo justo “las herramientas para que esta productividad sea la máxima posible. Entonces, pensando en ello, hemos introducido características en estos procesadores”, continúa este directivo a la hora de hablar de Intel Core vPro, “que son capaces de mejorar de una manera notable lo que es la colaboración. Buscamos innovación. Las ideas están repartidas entre la gente de la empresa. Hay que buscar que colaboren, que esas ideas surjan, que esas ideas florezcan y sean capaces de desarrollarse”.
“Por otro lado, la seguridad es importantísima. Estamos viendo todos los ataques que se están produciendo. El impacto que tiene en la empresa es altísimo, entonces hay que proteger al máximo esa seguridad”, añade este mismo representante de Intel, que también comenta que “cada vez somos capaces de meter más funcionalidad en un consumo menor y en menor espacio”. Y ésos serían, precisamente, los tres palos que toca la nueva plataforma de Intel: productividad, colaboración y seguridad, en base al entorno de trabajo moderno. “Nos hemos focalizado más en los usos y costumbres”, aporta a esta visión general, Jorge Lang, director de innovación, que describe a una plantilla conformada por “personas que ya usan la digitalización de una manera natural”, cuyos hábitos han sido transformados por la economía digital.
Esta situación “antes era casi impuesta, antes tenían que aprender las reglas de la empresa”, recuerda Lang. “Ahora resulta que las reglas las crea el empleado, con lo cual eso fuerza, estresa, a la organización tremendamente”. En este instante, “la empresa tiene que dar bastante libertad a sus usuarios”, porque ellos mismos se la están exigiendo al desempeñarse “en una sociedad digital y en una economía digital”. El empleado actual “quiere trabajar donde quiera, cuando pueda y conectarse desde sitios inverosímiles. Y desde ahí nos va a demandar también soporte si le hace falta” o “batería, porque le va a hacer falta”, indica el director de innovación de Intel, de modo que “o le damos un pleno control de los dispositivos a la empresa de forma remota para poder gestionarlos” y “para poder garantizar esa seguridad” que se necesita “o, si no, va a ser mucho más complicado”.
Aquí cabe aclarar, sin embargo, que el objetivo final “no es sólo recuperar el control, es añadir valor a la empresa”, tal y como aclara Carlos Clerencia. “Nosotros intentamos poner tecnología en el mercado que sea capaz de cubrir esa brecha que existe […] dando la confianza suficiente al departamento de IT y dando la libertad suficiente al empleado o al departamento de negocio”. Y habría más, como bien profundiza su contertulio. “Una de las consecuencias de las características de la quinta generación de procesadores vPro es el tamaño”. Así, el beneficio final de la nueva generación de procesadores desarrollados por Intel no consistiría en “que puedas tener un control o una ayuda”. O no únicamente. También “es que se amolde mejor a las necesidades que tiene ese usuario” de hoy en día “que ya no aguanta un dispositivo de dos kilos y medio” y prefiere otro tan delgado como “un par de hojas de papel”, compara Lang.
Pro WiDi, Wireless Docking y “wireless charging”
Otro elemento a destacar sería el soporte de Pro WiDi. A la hora de dar vida a la nueva arquitectura “nos hemos fijado en prestaciones, en usabilidad o experiencia del usuario”, dice Carlos Clerencia. “Hemos sacado una línea específica para definir nuevos formatos, para que el dispositivo sea más personal, más agradable. Y, junto con esa experiencia de usuario, hemos introducido factores de liberación”. ¿Por ejemplo? ¿Cómo se puede mejorar lo que ya existe? “El ir con cables a todas partes es algo incómodo”, reconoce este ejecutivo al comentar las especificaciones de los dispositivos informáticos que van saliendo al mercado y que son “cada vez más finos, más ligeros”, dificultando la compatibilidad de cables o incluso aborreciéndola. “De ahí surgió la tendencia de hacer la conexión inalámbrica a través del Pro WiDi” que, en resumidas cuentas “es una conexión inalámbrica profesional” que se encuentra como estándar “abierto en la industria”.
“Lo que pretendemos es que desde un portátil, con esa tecnología, seamos capaces de conectarnos directamente a un proyector sin tener que andar buscando cables y demás”, especifica el director de alianzas profesionales de Intel. “Tenemos una docking station sin cables también, de tal manera que yo llego a mi puesto de trabajo, puedo colocar el portátil encima de la mesa y, automáticamente, tengo un escritorio como si fuera un escritorio tradicional, con mi teclado, mi ratón, mi monitor”. Y ahí no se queda la cosa. Intel está trabajando igualmente con el concepto de carga inalámbrica “para que yo pueda dejar el portátil encima de la mesa y se esté cargando la batería automáticamente. Con lo cual, lo que pretendemos es liberar al usuario de esas fricciones tecnológicas que no siempre son bien percibidas”, resume Clerencia.
“La docking sin hilos”, en palabras de este miembro de Intel, “es una tecnología basada en un estándar 802.11.ad” que tiene “una capacidad de transferencia de 7 gigabits por segundo” y “que permite transferir el vídeo, datos, sin ningún problema, de manera segura también”, con un radio de acción de unos cuatro metros. Mientras que con la tecnología de wireless charging “estamos haciendo exactamente lo mismo” que “con las zonas Wi-Fi”, nos cuenta Carlos Clerencia. “Es decir, lo que permitimos es tener una matriz que se puede colocar debajo de una mesa en un hotel, por ejemplo. Llegas, colocas el portátil y lo tienes cargando en tu mesa de escritorio, en una cafetería, en un aeropuerto. Entonces, estamos trabajando con la industria, impulsando esto y esperamos que tengamos una respuesta importante en los próximos meses”.
“Ésa es la tendencia: todo inalámbrico, liberar al usuario de las ataduras que suponen los cables y los miles de cargadores que tienes que llevar en la maleta”, coincide el director de innovación de Intel, Jorge Lang, que celebra no tener que mover de un lado a otro “el cable de la corriente, el cable para el vídeo, el cable para el teclado, el ratón” y compañía. Y todo porque “el modelo de uso ha cambiado. Antes, en las salas de reuniones había un ordenador o el jefe traía su ordenador y las proyecciones, o las presentaciones, se hacían desde ese ordenador”, apunta Lang. “Ahora, cuando vas a una sala de reuniones, todo el mundo lleva su portátil o su tableta”. Y todos quieren participar, sobre todo en estos tiempos en los que se está perfeccionando el resultado. “Cuando has prescindido de los cables no puedes volver atrás”, declara este directivo “Lo que os puedo garantizar es que este tipo de características son tan cómodas que, una vez que las pruebas, no puedes volver atrás. Lo otro te parece arcaico”.
Más seguridad, más rendimiento
Al tiempo que se traza una experiencia de usuario mejorada, se va hacia la búsqueda de mayores prestaciones, con más seguridad y más rendimiento. “Uno de los problemas que hay con las conexiones inalámbricas es que se conecte alguien en la sala de al lado y esté escuchando todo el tráfico que hay”, advierte Carlos Clerencia. “Otro problema es que alguien puede meter un troyano dentro del ordenador y haga un bridge entre la conexión inalámbrica y la red normal y esté sacando datos”. Lo bueno es que “todo eso está contemplado en el estándar” Pro WiDi, asegura. “Está securizado de tal manera que los datos que circulan están protegidos. La conexión entre diferentes dispositivos también está protegida. Sabes quién está conectando en cada momento y hay un protocolo de activación de invitados” que garantiza “que siempre el que está conectado es el que está autorizado por el servicio. Añadido a eso, tenemos conexión remota para el departamento de IT” en tiempo real.
“Incluso en la versión de consumo ya hay un nivel de seguridad para garantizar que lo que tú estés proyectando no lo pueda ver el vecino, obviamente”, menciona Jorge Lang, lo que significa que, “en la versión de business, esa seguridad se incrementa e incluso se pone la figura del administrador”. Al final lo que existen son “herramientas de seguridad y herramientas de certificación para saber que te estás conectando donde tú crees que te estás conectando y con el administrador sabiendo a quién da paso en cada momento”. ¿Y qué pasa con soluciones tipo Intel Identity Protection? ¿Llegan para sustituir a la gestión de identidades y accesos o IAM? “Lo que nosotros pretendemos con esta tecnología es dar un segundo factor de autenticación que puede ser de muchos tipos”, responde Carlos Clerencia, que señala a las credenciales como “uno de los problemas más grandes de seguridad que hay hoy en día”.
“Es decir, con esta tecnología lo que permitimos es que, si a ti te roban tu usuario y tu password, o bien porque los has metido en una web que no deberías o alguien charlando contigo en una cafetería” se los agencia, “no los puede utilizar si no tiene ese segundo factor de autenticación”, sigue Clerencia. “Podemos exigir un segundo factor de autenticación en función de las políticas de IT de la empresa, de tal manera que aseguramos que el usuario que está entrando es el que realmente dice que es”. Es algo que se podría materializar vía Bluetooth, sin ir más lejos. Así, “cuando tú llevas tu teléfono a la cafetería el ordenador detecta que ya no estás cerca de tu ordenador y bloquea la sesión”. Esto se puede ampliar “con el uso de características biométricas para el acceso”, aporta Jorge Lang, ya que “la cosa que más estresa al usuario, ya sea de consumo o de negocio, es el manejo de una media de 18 passwords por persona”.
Desde Intel distinguen entre los ataques de hace unos años, que “eran románticos”, de los de esta etapa de la historia, en la que “son atracos”, en base a la definición aportada por Lang. “Ahora es negocio”, apunta Carlos Clerencia. Los ciberdelincuentes “hacen un ataque dirigido contra una empresa. Normalmente […] acceden a través de las credenciales de un usuario, se colocan dentro, empiezan a hacer una topología interna de dónde están las bases de datos, lanzan el ataque y, en media hora, se han ido”, lo que dificulta su detección. Gracias a McAfee, Intel está apostando por “detectar actividades anormales de un determinado componente”. ¿Cómo? “A nivel de hardware sabemos que está intentando acceder a una zona de memoria que no debería y en ese momento somos capaces de bloquearlo, coger esa imagen y mandarla al centro de inteligencia. Pero ya hemos bloqueado, lo que es importante”, subraya Clerencia. Se ha evitado un pase por alto por el mero hecho de que la solución antimalware quede “por encima”.
Y lo que no es menos clave: se aísla. “Que haya un problema en un PC en realidad no es un problema si se aísla y no está conectado en la red”, pudiendo “infectar a otro” o, claro está, “acceder a datos sensibles”, diferencia Jorge Lang. Este mismo directivo incide también en el tema del rendimiento. “Que la batería le dure todo el día, que sea tan fino y no tenga ranura y no tenga el ruidito del ventilador que tradicionalmente había. Ésas son las cosas que más llaman la atención”, comenta acerca de una quinta generación de chips que, “aún siendo un 35% más pequeño el procesador que el anterior, tiene un 38% más de transistores”. En total serían “1,38 mil millones” y estarían dedicados a diferentes tareas: “a hacer que la máquina sea más potente” o a cuestiones de protección, “de wireless, de gráficos avanzados”. También se habla de más del doble de prestaciones en los nuevos Core vPro, del desarrollo de dispositivos más flexibles y de que “se ha reducido el consumo por cuatro” para baterías que duran hasta “once horas”.