¿Quieres una impresora 3D para el hogar? Tendrás que esperar algunos años
Aunque las empresas sólo deberían tardar entre 2 y 5 años para adoptar la tecnología de impresión 3D, a los usuarios de a pie les costará más, según Gartner.
Si te preguntas cuál es el futuro de la impresión, la respuesta ya la tenemos entre nosotros: la tecnología 3D.
Las primeras máquinas que dejan atrás el típico estampado de tinta sobre folio para adentrarse en las variadas posibilidades de la impresión 3D, donde ya se está probando con la creación de comida, órganos y edificios, entre otras cosas, no dejan de asombrarnos.
La idea está ahí. Otra cuestión es cuándo podremos comenzar a disfrutar de sus bondades a nivel de consumo.
Hace poco en Silicon Week nos hacíamos eco de la presentación de la impresora Vinci F1.0 del fabricante taiwanés XYZprinting que está valorada en 600 euros y que se propone “popularizar esta tecnología al máximo”. Pero puede que esta pretensión sea un poco más difícil de cumplir de lo que los usuarios desearían.
La consultora Gartner cree que quizás haya que esperar una década para ver cómo las impresoras 3D toman posiciones dentro del hogar.
“A la impresión 3D de consumo le quedan de 5 a 10 años para la adopción masiva”, concreta el analista Pete Basiliere, que trabaja como vicepresidente de investigación en Gartner.
“A día de hoy, aproximadamente 40 fabricantes venden las impresoras 3D más usadas en las empresas, y más de 200 startups en todo el mundo están desarrollando y vendiendo impresoras 3D orientadas al consumidor, con un precio de unos pocos cientos de dólares”, continúa. “Sin embargo, incluso este precio es demasiado alto para los consumidores mainstream en este momento”.
Basiliere también apunta a la complejidad de este nuevo paradigma como razón para una aceptación paulatina.
Otra cosa muy diferente es la progresión de la impresión 3D en las empresas, que deberían animarse a usar esta propuesta en un plazo de 2 a 5 años. Se prevé que su uso será especialmente destacable en el segmento médico.