¿Quiénes invierten en las startups?
Aceleradoras, ángeles inversores, fondos de capital semilla y de capital riesgo, las fuentes de recursos financieros más importantes para las startups tecnológicas.
2. Fondos de capital semilla
Otra alternativa para conseguir financiación en las primeras fases de una startup es recurrir a los llamados seed funds, o fondos de capital semilla. Normalmente, el capital aportado por estos fondos no es muy elevado, basándose siempre en el futuro que vean en la idea del proyecto, así como en las capacidades y en su caso la experiencia de los fundadores.
Uno de los fondos más conocidos en nuestro país es Kibo Ventures. Invierte en fases iniciales de compañías con alto potencial de crecimiento, con especial atención a sus equipos e ideas. Se dedica exclusivamente a negocios basados en Internet y plataformas móviles. Startups como Nonabox o Promofarma han contado con su respaldo.
Especializado en España y en los mercados emergentes, Axon Partners invierte cantidades que van de los 100.000 a los 25 millones de dólares en empresas en fases early stage del sector tecnológico, desde el capital inicial a la expansión internacional.
Cabiedes & Partners es otra de las referencias del ecosistema emprendedor español. Este fondo se caracteriza por invertir poco, hasta un tercio del capital, en muchas compañías. Su inversión, de unos 25 millones de euros, está diversificada entre 30 y 40 empresas, según uno de sus socios, José Martín Cabiedes.
En cuanto a IG Expansion, trabaja con startups tecnológicas y de Internet en España y Latinoamérica, con la idea de traer aquí modelos de negocio que han logrado el éxito en Estados Unidos y el resto de Europa. IG Expansion se centra en empresas con una facturación media de 100 a 300 millones de dólares y una antigüedad de 5 a 10 años.
Más específico, Lanta Digital Ventures es un fondo de capital de riesgo en fase temprana con sede en Barcelona, centrado en la inversión en startups españolas y europeas, innovadoras y con alto potencial de crecimiento.
Por último, Vitamina K es otra sociedad de capital riesgo (SCR) que invierte en empresas de base tecnológica en sus fases iniciales. Su filosofía es apostar por “proyectos con clara proyección internacional, con un mercado de potenciales clientes existentes” y que cuenten con un “modelo de negocio sostenible en el tiempo y un equipo con talento y experiencia en la gestión”.