En la presentación del nuevo iPhone 3G, los medios pudieron percibir que el directivo de la compañía de la manzana no estaba en su mejor momento.
Steve Jobs, que sufre un cáncer desde hace cuatro años, podría haber sufrido una recaída, o al menos eso se rumoreaba.
Jobs, que no ha hecho acto de presencia en la publicación de los resultados finales, confirmaría con su ausencia las “malas noticias”, según recoge The Guardian.
Sin embargo, Apple afima que su líder se encuentra perfectamente. “La gente cercana al señor Jobs dice que tuvo un proceso quirúrgico este año que le hizo perder peso”, declaró Markoff.
La razón por la que se esconde Jobs podría estar relacionada con el cáncer de páncreas que sufre desde 2003. La compañía sólo ha admitido que Jobs tomaba antibióticos para una enfermedad común, como informaba Silicon News, lo que llevaría implícito un desmentido acerca de una recaída.
El número 2
Los rumores obligan a plantearse quién ocuparía el puesto de Jobs en caso de que su salud no le permita mantenerse al frente de la compañía.
Nombres como Cook, jefe de operaciones, Fadell, vicepresidente de iPod o Jonson, vicepresidente de ventas al por menor son algunos de los favoritos.
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