Si tiene nombre de gran primate pero al mismo tiempo de frágil material la cosa sería un contrasentido, ¿no? Pero es que resulta que lo primero imprime resistencia y fuerza a lo segundo.
Algunos de los objetos de deseo modernos (iPhone, Surface, Galaxy Tab…) tienen una pantalla de este material que parece emparentado con el mítico adamantium de las garras de Lobezno. Y por si faltaba poco para mitificarlo, van y presentan una nueva versión de este material en el CES de Las Vegas. Y aún hay más.
Puedes dejarlo caer, golpearlo o incluso pegarle un tiro… pero Gorilla Glass aguanta como un campeón.
A diferencia de otros tipos de cristales que se utilizan para pantallas de móviles, portátiles y demás dispositivos electrónicos, Gorilla Glass permite que en el proceso de inmersión del cristal durante su fabricación en el que se le impregna de sales permite que una mayor cantidad de iones penetren en su superficie hasta una mayor profundidad incrementando la tolerancia a la compresión y permitiendo unas rayaduras más profundas sin resquebrajarse.
De ahí que lo que muchos resaltan como su “pega”, una mayor propensión a sufrir rayaduras, sea también inseparable de su resistencia, de hecho lo que en Gorilla Glass terminan siendo rayazos en otras muchas pantallas significaría la ruptura total del cristal.
Este proceso de fabricación también hace que sea más costoso, pero es el precio que hay que pagar por la integridad de nuestros amados chismecicos. ?Antonio Rentero [Gizmodo USA]
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