Qué significa que Google haya ganado a Oracle
La Justicia ha dado la razón a los de Mountain View: no infringieron el copyright de Oracle al usar la API de Java en Android.
El de Google y Oracle es uno de esos casos legales del mundo de la tecnología que llevan tanto tiempo que casi parece que no se van a resolver nunca. Esta semana, no obstante, hubo avances importantes: el jueves un jurado se puso de parte de Google, asegurando que la doctrina de uso justo del copyright permitía a la compañía crear software compatible con Java sin necesitar una licencia de Oracle.
El fallo, aunque dista de ser el final del caso (Oracle apelará), es una buena noticia para el mundo del software y para los desarrolladores. ¿Por qué es tan importante el resultado final? Porque sentará precedente sobre un tema que todavía no está muy claro a nivel legal: las reglas de copyright de las APIs. A raíz de lo que se decida finalmente, los programadores podrán seguir actuando como hasta ahora o tendrán que cambiar toda su estrategia.
Pero expliquemos de donde sale todo esto: durante la creación de Android, Google decidió que quería que los programadores de Java, muy popular entonces, pudiesen reutilizar ese mismo código para crear apps de Android. Para esto tenían que asegurarse de que ese código funcionaba perfectamente también en el nuevo sistema operativo. Al principio intentaron convencer a Sun Microsystems, los responsables de Java (comprados después por Oracle), para llegar a un acuerdo, pero como no lo lograron crearon su propia versión de Java desde cero. En esta nueva versión no usaban código de Oracle, pero sí los mismos nombres y funcionalidades para las funciones (la API), asegurando así que fuese compatible.
En Oracle no gustó la idea y demandaron a Google por infracción de propiedad intelectual, argumentando que esos nombres y características eran un trabajo creativo y, por lo tanto, protegido por copyright. La firma de Mountain View dijo que no era así y ahí empezó todo el lío legal.
Lo que hay en juego: la compatibilidad del software
Tras un par de fallos y apelaciones, que hicieron entre otras cosas que Google cambiase toda su estrtegia de defensa diciendo que quizá la API estuviera protegida, pero que su utilización entraba dentro de las reglas de la doctrina de uso justo; la Justicia parece estar de acuerdo con ellos. No obstante, el siguiente paso es que el caso vuelva al Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos, donde normalmente dan la razón a los propietarios del copyright.
¿Por qué importa ese precedente de a quién dé la razón finalmente la Justicia? Muy sencillo: porque si finalmente gana Oracle, todos los esfuerzos de la industra del software por intentar mejorar las compatibilidades no habrían servido para nada.
Hasta ahora, lo normal era (y sigue siendo) crear programas pensando también en su compatibilidad con otras aplicaciones de terceros partidos, algo para lo que los desarrolladores necesitan conocer las características funcionales, la API, del programa con el que quieren ser compatibles. Esta práctica está en general aceptada y no se considera que se esté infringiendo ninguna propiedad intelectual, pero si Oracle gana y se entiende que las APIs no solo están protegidas por copyright, sino que además usarlas para desarrollar software compatible no constituye un “uso justo”, las cosas cambiarían. Para peor.
En un mundo en el que no se pueden usar APIs sin la licencia o permiso de su propietario, muchos menos programas serían compatibles entre ellos (ahora, en una era en la que la integración de apps es cada vez más normal y necesaria): los creadores del nuevo software tendrían que pagar una licencia posiblemente cara y, en el caso de los desarrolladores independientes, prohibitiva, lo que acabará provocando que simplemente el nuevo programa no sea creado. Y ahí perdemos todos.