¿Qué se esconde detrás de la alianza entre Intel y Apple?
¿Problemas técnicos, falta de inversión, aspiraciones de Intel? ¿Qué ha llevado a Apple a romper con IBM?
Una relación de 14 años
Steven Jobs, cofundador de Apple, es conocido por ser impetuoso y voluble. Es por ellos que el mercado ha recibido con sorpresa la decisión de Apple de finalizar una relación de 14 años con IBM y aliarse con Intel, encargado del diseño y fabricación de chips para los próximos Macintosh.
Los comentarios que se iniciaron la semana pasada entre desarrolladores, usuarios de blogs, analistas y seguidores de Apple intentan adivinar los verdaderos motivos que Jobs no ha dejado aflorar. Después de todo, se ha convertido en una leyenda al enfrentarse durante años con dos de los grandes, Intel y Microsoft, y vivir para contarlo.
La decisión de Apple, tomada en los años 80 de utilizar un chip diferente del utilizado en la mayoría de los ordenadores encajó con el lema de la compañía: “Think Diferent”, por lo que este cambio hacia Intel abre muchas preguntas.
En este llamativo nuevo acuerdo, el director ejecutivo de Apple ha abierto una variedad de nuevas opciones para su peculiar compañía. Son muchos en la industria los que piensas que Jobs está posicionándose calladamente para un enfrentamiento directo con Microsoft y Sony en el mercado del equipamiento del entretenimiento digital para la sala de estar. Además, los grandes ejecutivos de Sony han intentado persuadir a Jobs de que adopte un chip que IBM ha estado desarrollando para la próxima generación de la consola PlayStation de Sony.
Lo cierto es que un procesador de Intel dentro de un ordenador Macintosh podría colocar una amplísima librería de juegos basados en Windows y programas de software al alcance de los usuarios de Mac, al menos para aquellos que quieren ejecutar un segundo sistema operativo en sus ordenadores.
Lo que es más, teniendo Intel Inside se podría solucionar un problema que ha lastrado a Apple en su esfuerzo por convertir a los usuarios atraídos por los diseños de la compañía pero que no dan el paso al cambio porque los ordenadores de la compañía no ejecutan programas Windows.
Problemas técnicos
Por otra parte, hay un riesgo inmediato en la alianza con Intel: Jobs podría verse atrapado si sus mejores clientes dejan de comprar Macintosh basados en IBM mientras esperan sistemas basados en Intel más potentes, que llegarán en enero de 2006.
En una entrevista, Jobs rechazó la idea de que Apple podría sufrir lo que se conoce como “Efecto Osborne”, un término que describe la suerte de un pionero de los ordenadores, Adam Osborne, cuya firma entró en bancarrota cuando anunció el sucesor de su pionero ordenador portátil antes de que estuviera disponible.
Respecto a IBM, fuentes cercanas a la compañía destacan que se enterara de las negociaciones de Apple con Intel por las noticias. De todas formas, cada una de las partes reclama ser el que rompiera una relación de 14 años. Por parte de IBM se habla de que los precios era el tema central de la ruptura, mientras que por parte de Apple se incide en que IBM había fracasado en los compromisos relacionados con medidas de rendimiento. Jobs asegura que IBM había prometido un Macintosh a 3Ghz además de un ordenador portátil basado en PowerPC, promesas que no fueron capaces de cumplir.
Al final, Jobs no tuvo más opciones que mover su negocio hacia Intel, mientras que los ejecutivos de IBM afirman que sin una inversión adicional de Apple era poco probable que pudiera sacar adelante su negocio de ordenadores portátiles.
“Los temas técnicos eran secundarios”, afirma un ejecutivo cercano a las negociaciones. Ya que el negocio no era rentable, “IBM decidió no continuar adelante con la línea de productos”. Jobs, por su parte, discute esta afirmación y destaca que IBM fracasó tecnológicamente. El tema, al final, señala Jobs, era la ausencia de un chip que consumiera menos energía que los tradicionales procesadores diseñados para los PCs.
Sony ofrece el procesador Cell
Llegados a este punto, Intel no es la única alternativa que Apple ha explorado para Mac. Un ejecutivo cercano a Sony dijo que el año pasado Jobs se reunió en California tanto con Nobuyuki Idei, presidente y director ejecutivo del fabricante de productos electrónicos, como con Kenichi Kutaragi, el creador de la consola PlayStation. Kutaragi intentó interesar a Jobs en la adopción del chip Cell, que es que ha desarrollado IBM para la próxima PlayStation 3, a cambio de acceder a ciertas tecnologías de Sony. Jobs rechazó la idea, diciendo que el diseño de Cell es incluso menos efectivo que el PowerPC.
Intel, por su parte, ha estado buscando la manera de introducir sus chips en dispositivos que puedan competir con consolas de juegos. De hecho, las tres consolas de próxima generación de Microsoft, Sony y Nintendo están basadas en chips de IBM. Y su posicionamiento como algo más que simples consolas de juegos hace que Intel necesite responder con una alternativa atractiva, que podría ser el económico Macintosh Mini basado en un procesador Intel, capaz de ejecutar una amplia gama de juegos.