¿Qué prefieren las empresas: realidad virtual o realidad aumentada?
Un 46 % de las empresas de automoción, industria y ‘utilities’ apuesta por la generalización de las tecnologías inmersivas en los próximos tres años.
¿Hasta qué punto están teniendo éxito las tecnologías inmersivas en las empresas?
De acuerdo con un informe de Capgemini, Augmented and Virtual Reality in Operations: A guide for business investment, que se centra en empresas del rango de la automoción, la industria y utilities, la gran mayoría de las compañías que están utilizando ya realidad virtual o realidad aumentada está viendo cómo sus expectativas se cumplen o incluso se ven superadas. El porcentaje de las que opina así es del 82 %.
Lo que perjudica el avance de estas innovaciones es que todavía falta talento y también tienen que ver las infraestructuras de back-end.
En cualquier caso, 1 de cada 2 empresas que aún no han adoptado la realidad virtual y la realidad aumentada tiene intención de ver cómo las podrán aprovechar para sus operaciones internas en un periodo de tres años. Son tecnologías que ya se usan para reparación y mantenimiento o diseño y montaje. Por ejemplo, para asistencia en remoto o para visualizar instrucciones.
El 46 % de las organizaciones opina que las tecnologías inmersivas se irán generalizando en esos tres años que quedan por delante. Un 38 % les da un plazo más largo, de 3-5 años.
Si tienen que elegir entre una u otra, la realidad aumentada gana a la realidad virtual. Es vista como más ventajosa y de mejor aplicación a las operaciones.
Hoy por hoy, los únicos países analizados con más del 50 % de empresas que utilizan realidad virtual y realidad aumentada en sus operaciones son Estados Unidos y China.
“Las empresas necesitan una estructura de gobierno centralizada, pruebas de concepto que estén alineadas con su estrategia y la capacidad de impulsar la innovación y la gestión de cambios para los empleados”, comenta Lanny Cohen, director de Innovación de Capgemini, sobre el futuro de este fenómeno. En cualquier caso, Cohen dice que “la tecnología inmersiva ha avanzado mucho en muy poco tiempo y seguirá evolucionando”.