Jelly se presentó a principios de año. Fundada por Biz Stone, fundador de Twitter, ha sido el secreto mejor guardado.
Presentada en sociedad hace apenas una semana, Jelly ha resultado ser una herramienta social que bebe de otros populares instrumentos de la red.
La aplicación, gratuita en iOS y Android, tiene algo de Quora, algo de Twitter y algo de Instagram. Los usuarios pueden hacer preguntas de menos de 240 caracteres al aire –siempre acompañadas por una foto-.
Es una red social básicamente opinativa y tremendamente interactiva, muy útil para recibir consejos prácticos sobre cualquier tema que se precie.
¿Qué oportunidades presenta Jelly para las empresas?
El verdadero potencial de Jelly radica en su capacidad de crear un canal de comunicación directo con otros usuarios. Una marca que lance una pregunta –no necesariamente relacionada con sus productos o servicios- obtendrá el feedback de los consumidores de forma rápida y directa. El gigante General Electric ya está presente y se ha estrenado preguntando a los usuarios por sus científicos favoritos, como muestra Mashable.
Podrá encontrar una gran utilidad a la hora de testar productos y medir las reacciones de quienes lo utilicen.
Pero en Jelly, los usuarios que responden a las preguntas tienen más protagonismo que quienes las formulan.
Stone ha repetido que el primer objetivo de la app es “incrementar la empatía”. “Usar Jelly para ayudar a la gente es más importante que usarlo para buscar ayuda”, comentaba tras su presentación a TechCrunch.
Así, las estrategias sociales de las marcas en el ámbito Jelly funcionarán mejor a la inversa. Una actitud participativa respondiendo a preguntas de los usuarios será la forma idónea de actuar.
Con la explosión de dispositivos y en especial de las redes sociales, el poder lo tiene el usuario final. Las marcas que se han dado cuenta de esto podrán sacar el máximo partido a las herramientas que como Jelly, amenazan con golpear fuerte.
Hay muchas características por pulir. Por ejemplo, no permite buscar a usuarios concretos ni preguntas concretas. Tampoco se puede responder a las respuestas y las preguntas no se ordenan bajo ningún criterio. Sólo por orden cronológico.
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