¿Qué nos está enseñando la crisis del coronavirus sobre el uso de internet?
DE-CIX explica que nunca “habíamos visto un hito de esta magnitud”. La pandemia está poniendo a prueba las infraestructuras y modificando hábitos.
La evolución de internet desde el nacimiento de la World Wide Web en la década de los 90 ha sido frenética. Y sus posibilidades no dejan de sorprender.
Los meses que el mundo lleva luchando contra el coronavirus han puesto a prueba su potencial. Hasta ahora “ha crecido de forma imparable”, tal y como observa Ivo Ivanov, CEO de DE-CIX International, pero “no habíamos visto un hito de esta magnitud como la crisis de la COVID-19, que ha dado la vuelta a nuestra forma de utilizar la conexión y puesto a prueba de esta manera la estabilidad de la red”.
La pandemia está dejando nuevas tendencias de uso y aportando aprendizaje sobre el rendimiento.
DE-CIX habla de cinco grandes puntos, empezando por el hecho de que “el tráfico diario se ha disparado durante el confinamiento”, algo que se explica por el teletrabajo, la educación a distancia, el contacto en remoto con familiares y amigos y la necesidad de cubrir tiempo de ocio en casa. En la época precoronavirus, el tráfico diario crecía un 10-50 % de forma anual. Ahora estos niveles de crecimiento se alcanzan a cada jornada.
Esto lleva al segundo punto, que son los “picos de tráfico récord”. Durante las partes más crudas de esta crisis se han registrado picos de tráfico nunca vistos en diversos lugares, como Madrid, donde se han llegado a superar los 500 Gigabits por segundo. En Frankfurt se sobrepasaron los 9 Terabits por segundo.
“Los usuarios se conectan ahora con mayor frecuencia y durante períodos más largos del día”, añade DE-CIX en su análisis. Lo habitual es que el tráfico en los nodos de internet se mueva en forma de ola, comenzando a las 6 de la mañana y con el pico máximo a las 9 de la noche. Con millones de ciudadanos en sus hogares, las curvas de actividad se aplanan y el tráfico de datos se reparte.
Otra tendencia es el “aumento extremo en el uso de herramientas digitales”, ya sean soluciones de videoconferencia, aplicaciones de colaboración, plataformas de vídeo en streaming, redes sociales o el juego online. Esto ha provocado un aumento del 50 % en el tráfico de las grandes redes de distribución de contenido.
Por último, se evidencia que “la infraestructura estaba preparada” para un incremento del consumo, “pero los servicios no tanto”. Para DE-CIX, la crisis ha demostrado que algunas compañías y administraciones “podían haber ofrecido un servicio aún mejor, con menos fisuras y más fluido, de haber reforzado sus redes” y que, pro tanto, “deberán acelerar el proceso de transformación digital y realizar inversiones significativas en los próximos años”.
“Aún hay camino que recorrer en materia de transformación digital y de optimización de servicios”, apunta Ivo Ivanov. “Teniendo en cuenta que el avance de la conectividad nunca se detendrá y que cada vez tenemos más desafíos, es algo que tanto el sector privado, como el público, deben tener en cuenta”.