¿Qué deben examinar las empresas antes de decir sí a Windows 7?
En el esperado lanzamiento de Windows 7, Microsoft ha invertido muchas horas de trabajo tratando de convencer a las empresas de las ventajas del nuevo sistema, prometiéndoles mayor innovación y ahorros de costes en sus negocios.
Ante ello, parece que el movimiento hacia Windows resulta inevitable. En cualquier caso, como apuntan analistas de Gartner, existen una serie de cuestiones clave que las empresas deberían examinar cuando este nuevo sistema operativo llegue al mercado.
Por un lado, las empresas deberán hacer planes para desprenderse de Windows XP antes de finales de 2012. Aunque Microsoft ha asegurado que dará soporte a XP con parches de seguridad hasta abril de 2014, la experiencia ha demostrado que los vendedores de software independientes (ISV) dejarán de dar soporte mucho antes. De ahí que las organizaciones que actualicen todos sus usuarios a Windows 7 a finales de 2012 se evitarían posibles problemas. Junto a ello, se hace necesario empezar a trabajar ya en proyectos de migración, pues cualquier organización suele necesitar de 12 a 18 meses de espera antes de desplegar un nuevo sistema operativo, y cualquier retraso se traducirá en costes adicionales.
Por otro lado, se recomienda a las empresas no esperar al Service Pack 1 de Windows 7 para comenzar las fases de testeo e implementación. Asimismo, los analistas advierten que no hay que saltarse Windows 7, ya que aquellas organizaciones que adoptaron Windows 2000 y optaron por saltarse Windows XP, en espera de Vista, lo han tenido mucho más difícil a la hora de hacer el cambio.
Por último, Gartner recomienda medir los presupuestos cuidadosamente, ya que los costes de migración pueden variar significativamente. La consultora estima que los costes podrían ser de 1.035 a 1.930 dólares por usuario para pasar de Windows XP a Windows 7, y de 339 a 510 dólares por usuario si se pasa de Windows Vista a Windows 7.
De momento, ya hay algunas empresas que se han decantado por el nuevo sistema operativo. Entre ellas Dimension Data, que ha anunciado el despliegue masivo de Windows 7 dentro de su propia organización. El sistema, que inicialmente se implementó en Australia, se ha extendido a las filiales de Sudáfrica, y actualmente se están preparando los 45 países restantes para sus respectivos despliegues.
“Windows 7 pone el conocimiento de última generación en manos de los empleados acostumbrados a trabajar con tecnología y que demandan mejoras de productividad al utilizarla”, ha comentado Laurent Leclercq, CIO de Dimension Data.
Según Leclercq, la introducción de Windows 7 a sus 11.000 empleados se realizará a través de distintas fases. “La primera fase de introducción ha complementado nuestro aprendizaje inicial del programa Microsoft First Wave. En primer lugar, la estabilidad es buena y proporciona una experiencia más sólida y dinámica en los equipos de sobremesa. En segundo lugar, el enfoque en las funcionalidades incrementa la productividad del usuario, lo que es muy atractivo para las organizaciones. También sirve como un excelente paso intermedio para utilizar y obtener beneficios del software como servicio (SaaS)”.