El proveedor de chips inalámbricos Qualcomm ha dado el paso definitivo para firmar la paz con su rival Broadcom.
La compañía ha aceptado abonar 891 millones de dólares (677 millones de euros) en un plazo de cuatro años como precio para resolver definitivamente las largas y enrevesadas batallas legales sobre patentes tecnológicas. El primer pago se llevará a cabo en el trimestre actual y ascenderá a 200 millones de dólares (152 millones de euros).
El pacto supondrá la finalización de una serie de conflictos que se remontaban al año 2005 y han tenido como escenario tres continentes diferentes, incluyendo la demanda por infracción de patentes abierto en la International Trade Commission y en un juzgado de Santa Ana, California.
Hace unos días se esperaba que Qualcomm informara de sus resultados trimestrales, sin embargo, la compañía decidía retrasar éstos anunciando una posible “entente cordiale” en la guerra jurídica con su competidora que podría influir en sus números.
Según opina Ed Snyder, analista de Charter Equity Research, este acuerdo tiene sentido para que Qualcomm ponga fin a la inseguridad jurídica, incluso pese al notable desembolso económico. Se espera que la empresa reporte unos 2.350 millones de dólares de ingresos (1.785 millones de euros) en el último cuarto, según informa Reuters.
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