La gran competitividad del mercado laboral y las altas expectativas de trabajadores y candidatos han puesto más difícil a las compañías españolas la tarea de mantener equipos estables y crear unas condiciones atractivas para la retención del talento.
Una de las medidas que las empresas están barajando para evitar la ‘fuga de cerebros’ es la implantación de la semana laboral de 4 días.
En el caso de las pymes, ya se plantean esta alternativa el 25,4% de ellas, según constata el último Informe de Pymes y Autónomos elaborado por la compañía aseguradora Hiscox.
Para favorecer este tipo de medidas, el pasado mes de abril, el Gobierno de España puso en marcha un programa de ayudas destinadas a pequeñas y medianas empresas que, como parte de un proyecto piloto, tenían como objetivo el “ensayo” de esta nueva jornada laboral.
Este programa consistía en la puesta a disposición de las empresas subvenciones de hasta 200.000 euros para que estas pudieran reducir el horario de trabajo sin recortar el sueldo de sus trabajadores. Sin embargo, solo 41 empresas presentaron su solicitud, según datos publicados por el Ministerio de Industria. Y es que, de acuerdo con el citado informe, más de la mitad de las pymes españolas, el 54,8%, no habían oído hablar de dichas ayudas.
De entre aquellas que sí tienen conocimiento de esta ayuda (44,4%), casi la mitad de ellas (45,2%) no las considera nada interesantes, por lo que no tienen pensado solicitarla. De hecho, el 60,5% confirma que no lo hará. Sin embargo, de entre quienes sí la contemplan como interesante (un escaso 8,5%), la amplia mayoría la solicitará, un 80,5%.
El modelo de la semana laboral de 4 días supone un gran desafío para las compañías que deseen implementarlo, ya que implica desde una reorganización del trabajo hasta un aumento de los costes, así como posibles conflictos por el agravio comparativo, ya que no todos los puestos dentro de una misma compañía podrían reducir su trabajo semanal a 4 días (personal de tiendas, atención al cliente, etc. frente al personal de oficinas).
En el caso de las pymes, con menos personal y menor presupuesto que las grandes corporaciones, este reto es aún mayor, por lo que muchas de ellas, el 66,3%, están recurriendo a otros beneficios para atraer y retener el talento.
De ellas, el beneficio líder por excelencia es la flexibilidad horaria, que es ofrecida por el 76,6% de las pequeñas y medianas empresas. En segundo lugar se encuentra el teletrabajo, ofrecido por el 30,9% de ellas, mientras que este porcentaje aumenta hasta el 52% entre las compañías de más de 2 millones de facturación. Según el documento, cierran el ranking los planes de formación (23,1%) y los seguros de salud (14,1%).
“El contexto actual, marcado por la crisis climática y la reordenación de las prioridades de los trabajadores, necesita de un nuevo modelo productivo y empresas que conciban el bienestar de los trabajadores como parte de su propósito. La semana laboral de 4 días responde a este desafío, pero a la vez plantea nuevos retos para las pymes de nuestro país” declara Miguel Ángel Aguilar, director de Distribución y Ventas de Hiscox España.
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