9 de cada 10 pymes se sienten desatendidas por sus bancos y se plantean otras alternativas
Así lo señala el Informe Mundial de Pagos 2022 del Instituto de Investigación Capgemini, que se acaba de publicar.
Los bancos tienen que ‘ponerse las pilas’ para no perder sus clientes corporativos más modestos en un momento en el que las empresas los necesitan más que nunca.
El Instituto de Investigación Capgemini acaba de publicar su Informe Mundial de Pagos del que se extrae que el 89% de las pymes encuestadas se sienten desatendidas por sus bancos principales y se plantean un cambio a una alternativa más flexible de PayTech.
El informe recoge que las pequeñas y medianas empresas continúan siendo ignoradas por el sector bancario tradicional en favor de grandes cuentas corporativas y del mercado minorista.
Además, este descontento con los proveedores de servicios de pago tradicionales ha aumentado por el incremento de los riesgos de ciberseguridad, la falta de liquidez y las ineficiencias operativas.
“Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral del crecimiento económico mundial, ya que contribuyen a la mitad del PIB y del empleo mundial. Y, sin embargo, son algunas de las más afectadas por la reciente volatilidad del mercado”, afirma Jeroen Hölscher, Responsable Global del área de Pagos y Tarjetas de Capgemini.
“Los bancos y proveedores de servicios de pago deben reajustar sus prioridades para captar este valor aun sin explorar a través de servicios de pago innovadores y experienciales”, sugiere.
Los bancos priorizan reducción de costes frente a innovación
Según el estudio más de una cuarta parte de los bancos luchan con una infraestructura monolítica e inflexible, y el 75% de los ejecutivos priorizan los costes para mantener los sistemas actuales en funcionamiento por encima de nuevas propuestas de valor innovadoras.
Esto supondría un claro obstáculo para las inversiones necesarias en innovación y flexibilidad que las pymes anhelan.
El 64% de las pymes cree que la DLT (tecnología de contabilidad distribuida) podría emerger como una opción complementaria viable a las redes de pago existentes, ya que las transacciones transfronterizas B2B en la cadena de bloques continúan creciendo junto con la adherencia de las criptomonedas.