Psi-Ops: The Mindgate Conspiracy

Psi-Ops no es un juego original, ni aporta nada especialmente nuevo al mundo de los videojuegos, pero su excelente combinación de calidad técnica con un impresionante nivel de jugabilidad y adicción hace de él todo un juegazo al que merece la pena echar mano. La trama es bastante lineal y predecible: a Nick Scryer, el protagonista, le realizan un borrado parcial de memoria para que sea capturado y evite los escáneres psi de una organización terrorista. Una vez dentro, poco a poco irá recuperando recuerdos y poderes psíquicos que le ayudarán tanto a exterminar enemigos como a salir adelante en pruebas que normalmente requerirán de esos poderes especiales para ser realizadas.

En ese aspecto, iremos bien armados: una vez consigamos todas nuestras capacidades psíquicas, podremos echar mano de la telekinesis (moviendo objetos con la mente, especialmente útil para lanzar enemigos contra paredes y similares), control mental (para poseer temporalmente enemigos y obligarlos a hacer lo que queramos), drenaje mental (vampirizando los poderes psíquicos de nuestros enemigos y de paso reventándoles la cabeza en el proceso), visión remota (al más puro estilo viaje astral, ideal para investigar zonas por las que no hemos pasado), visión de aura (nos permitirá ver cosas que no son visibles a simple vista) y pirokinesis (básicamente, lanzar hondas de fuego para churruscar enemigos y determinadas estructuras y objetos). Todos estos poderes vienen acompañados de excelentes efectos para hacerlos más vistosos y dar un aspecto más espectacular al desarrollo del juego.

Con mi mente

A nivel técnico el juego alcanza un gran nivel. Gráficamente han puesto mucha carne en el asador: tanto el modelado del protagonista como del resto de personajes que nos encontraremos (tanto en nuestra contra como para apoyarnos) está cuidado, aunque se echa bastante en falta un poco más de variedad en referencia a los enemigos con los que tendremos que enfrentarnos.

El diseño de los niveles es excelente, y siempre irá proponiéndonos un reto tras otro a la hora de avanzar, aunque gracias a la enorme versatilidad que nos proporciona la física del juego combinada con los poderes paranormales del protagonista, siempre encontraremos diversas formas para avanzar y seguir pateando culos terroristas. El sonido también está muy cuidado, tanto las voces de los personajes involucrados en la aventura, como los pequeños comentarios que escucharemos de vez en cuando por parte de enemigos (especialmente ya en un nivel avanzado de la aventura, donde los enemigos parecen adoptar una pose más chulesca de lo habitual).

La música también da la talla: tanto el tema principal del juego (With my mind, bastante marchosillo) como la banda sonora propiamente dicha están muy cuidados y ayudan mucho a meterse en situación, sobre todo con los cambios rítmicos de ésta cuando estamos en situaciones más o menos tensas.

La jugabilidad, punto fuerte del juego

Como ya hemos comentado, no es un juego original en el desarrollo, pero la combinación del uso de técnicas de combate tradicionales con los poderes psi, además de la cómoda configuración que los desarrolladores han conseguido para que todo lo podamos realizar de forma fluida, hace que ya desde un principio controlemos muy bien al protagonista.

Psi-Ops, además del modo normal, incluye también otros modos como fases ocultas que podremos ir abriendo al ir descubierto unas figuritas durante el desarrollo de las misiones y que podremos realizar más tarde usando el menú principal.¿Y que tiene de malo el juego? Quizá su corta duración (dependiendo del nivel de dificultad al que se quiera jugar, puede rondar las 9 o 10 horas de juego). Quizá también precisamente que no está innovando, pero realmente dentro de este club de los innovadores vamos a encontrar muy pocos títulos.

Psi-Ops es un excelente shooter que combina la acción militar clásica con el uso de espectaculares poderes psíquicos, y que tiene el poder de mantenernos pegados a la consola horas y horas para ir abriéndonos paso entre gran cantidad de enemigos y pruebas de habilidad e ingenio.

Julio Canto