Los protagonistas de la burbuja puntocom, diez años después
En los años dorados de las puntocom, las compañías de nuevas tecnologías y sus máximos responsables eran estrellas de los medios económicos. Tras el crash de marzo de 2000 y el principio del pinchazo de la burbuja, los personajes clave de la tragedia bursátil se convirtieron en ángeles caídos del mundo business…
Ahora diez años después, ha llegado el momento de seguir el rastro de algunos de los protagonistas, que ha sido de lo más variopinto. Según Wired, Josh Harris, fundador de Jupiter Communications, es uno de los protagonistas de un documental titulado algo así como Así vivimos en público; Bernie Ebbers, de WorldCom, está en la cárcel cumpliendo 25 años de condena por fraude; y Mary Meeker, quien dio el pistoletazo de salida a la burbuja lanzando a cotización Netscape, sigue siendo lo que era entonces, consultora de mercados.
Algunos han sabido reintegrarse: el fundador de Lycos, Bob Davis, según Daily Telegraph, ha conseguido apostar por empresas TIC que han sido éxitos. El fundador de AOL, Steve Case, ha cambiado de tercio y ahora lidera una empresa de inversión basada en la fuerza de los consumidores.
Gary Chevsky, de AskJeeves, uno de los buscadores más utilizados de los 90, trabaja para Symantec de forma ocasional. Meg Whitman, de eBay, directamente se ha lanzado a la política.
Así son los inversores
“Como todo el mundo se estaba haciendo rico, estaban (los inversores) dispuestos a dejar de lado su incredulidad”, explica sobre los tiempos locos de la burbuja un analista de Morningstar a The Wall Street Journal.
Los inversores también salieron escaldados. Si los propietarios puntocom vieron como sus compañías ardían en el fuego de la especulación, los inversores pasaron de ser reyes Midas a pobres y desafortunados.
Garrett Van Wagoner, el líder de un grupo de inversión que consiguió beneficios de casi el 200% en 1999, está fuera de su propio fondo (que se desplomó con increíbles pérdidas tras la ruptura de la burbuja), tal y como recuerda el Journal.
Suerte parecida tuvieron el Firsthand Technology Value Fund, fundado por un trabajador de la industria de semiconductores y con espectaculares retornos en los primeros años, o el Jacob Internet Fund.
El fundador del primero intenta ahora conseguir suerte con las energías alternativas, según publica MarketWatch.