La hipotética modificación de la polémica LPI serviría para ofrecer un equilibrio entre consumidores y entidades de gestión, algo que hasta ahora ha estado muy lejos de lograrse por las ridículas imposiciones del canon digital que nos viene torturando desde que empezó a aplicarse.
César Antonio Molina propone ahora una serie de modificaciones a través de un estudio concreto que teóricamente ofrecería una compensación equilibrada a los límites de copia privada y a las entidades de gestión de derechos de autor. Además podría ‘suavizar’ la crispación que estas leyes están causando entre consumidores y usuarios.
Además de eso se plantea reforzar la estrategia de la lucha contra la piratería mediante planes de formación escolares y elaboración de un ‘manual de buenas prácticas’ en el que colaborarán, entre otras las entidades de gestión. El objetivo primordial: luchar contra el top manta, aunque nos extraña que en la noticia de El País no se comente nada de las transferencias P2P.
No sé si os lo creeréis, pero yo, desde luego, no.
vINQulos
El País
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