Project Fi o cómo Google quiere cambiar el negocio de las operadoras
Con su incursión en el mercado de las operadoras móviles ofrece un modelo de pagar por los datos que se consumen sin consumo mínimo.
Parece casi un movimiento un poco absurdo, con ciertos toques vintage. Esta semana Google presentó en Estados Unidos Project Fi, su paso definitivo en el mercado de las operadoras móviles. Básicamente, Google se convertirá así en una OMV, pero la parte más “revolucionaria” es otra: los usuarios pagarán según los datos que gasten.
En el mundo de las tarifas planas y los consumos mínimos, la decisión parece a priori extraña. De alguna forma, aunque no sea para nada cierto, los consumidores nos hemos acostumbrado a pensar que es mejor pagar con ese tipo de modelo que por lo que consumimos. Porque, imaginamos, seguro que al pagar por lo que consumimos, nos van a cobrar más. Google quiere probar que no es así.
Pero ¿qué ofrece exactamente Project Fi? Su sistema de tarifas es sencillo -y mucho más barato que el de los competidores: llamadas de voz y SMSs ilimitados por 20 dólares mensuales (aquí sí hay tarifa plana). Después, 10 dólares extra por cada GB de datos consumido. Los usuarios deben comprar un plan de entre 1 y 10 GB mensuales, pero si al final consumen menos de lo contratado, no pagarán los datos que no han usado. Es decir, el plan contratado es, al final, irrelevante.
La gran baza de Google para lograr atraer a clientes es que, pese a usar el modelo de pagar por lo que se consume, la tarifa total resultante es entre 15 y 20 dólares más barata que las que ofrecen sus rivales. Además, intentarán que el consumo de datos no sea muy elevado poniendo redes wifis gratuitas a las que el usuario se conectará automáticamente por todo el país.
¿Y a las operadoras qué les parece?
¿Cuál es el objetivo de Google con esto? ¿Quieren cargarse el negocio de las operadoras móviles? ¿Quieren ser también reyes en este mercado? Todo parece indicar que esa no es su idea: el objetivo real es lograr que las operadoras cambien su modo de crear tarifas y se cambien al pago por uso, además de permitir los cambios de wifi a 3G o 4G de forma fluida (por ejemplo, sin cortar una videollamada).
Google no se puede permitir robarles el negocio a las operadoras. Al fin y al cabo, son ellas las que deciden ofrecer teléfonos Android o no a sus clientes, además de ofrecer a la compañía del buscador las redes para su OMV. Porque Google, claro, no ha instalado redes 3G y 4G por todo el país, simplemente utiliza las de Sprint y T-Mobile.
Project Fi es, como han dicho desde Google claramente, un experimento. Para empezar, solo se ofrecerá a los usuarios de Estados Unidos que tengan un Nexus 6. La compañía confía en que estos usuarios, interesados por la tecnología y más abiertos a probar cosas nuevas, sean los primeros en empezar un cambio profundo en los consumidores también: ver que pagar por lo que se consume puede salir más barato, algo que hace años que han borrado de sus mentes.
Google, en definitiva, no ataca a las operadoras, sino que les propone un reto. ¿Se verán obligadas a cambiar los sistemas de tarifas o todo seguirá igual dentro de unos años?