Después de conocer las promesas electorales del PP y el PSOE para emprendedores, pymes, startups e innovación, les toca el turno ahora a los otros dos grandes partidos nacionales. Podemos y Ciudadanos han entrado en la carrera electoral con la ventaja de suponer un aire fresco para un sistema político cuestionado desde hace un lustro. En su contra cuentan con el hándicap de la inexperiencia, algo matizado en el caso de Podemos con su presencia en las candidaturas ganadoras en grandes ayuntamientos como Madrid o Barcelona, donde ya han dado alguna pista de su visión de cómo deben comportarse las instituciones públicas ante emprendedores y empresas.
El de los emprendedores –incluyendo a los autónomos- es un punto clave para las dos formaciones. Ciudadanos centra en ellos varias de sus propuestas. Algunas, como las cuotas progresivas para autónomos o la responsabilidad limitada, son similares a las de Podemos. La primera consiste en introducir unas cuotas a la Seguridad Social (SS) porcentuales y progresivas en función del rendimiento neto para los autónomos que facturen por encima del salario mínimo interprofesional y un alta gratuita para aquellos que lo hagan por debajo de este, limitando la cuota a un 7,2% de los ingresos anuales.
Otra medida planteada por el partido de Albert Rivera es promover una regulación que facilite y consolide la actividad emprendedora en España, más allá de la actual ley, a la que tildan de insuficiente. Asimismo, prometen crear un programa específico de apoyo a los jóvenes emprendedores.
La educación en el emprendimiento es también un punto clave para Ciudadanos. Introducir el espíritu emprendedor en la educación y apostar por la formación en el emprendimiento, aportando a los emprendedores conocimientos legales, tecnológicos, comerciales, financieros y estratégicos que a menudo no tienen, son las dos propuestas que van en esta línea.
De las propuestas de índole económica de Podemos, hay seis que afectan especialmente a los emprendedores. La más importante, impulsar el emprendimiento en sectores innovadores, particularmente en la economía digital, mediante la promoción de pequeños centros de negocio y clusters de innovación. También promete favorecer el acceso de los emprendedores a espacios de trabajo y de coworking.
Asimismo, la formación morada propone un aumento de la financiación estatal para la promoción del emprendimiento, a través de un complemento del 20% de los fondos destinados por las comunidades autónomas, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
Para aliviar la presión tributaria sobre los emprendedores, el partido liderado por Pablo Iglesias ofrece cuotas progresivas de la SS para autónomos, que podrían ser trimestrales. También aboga por establecer el criterio del IVA de caja como universal y obligatorio, algo que también beneficiaría a las pymes.
Podemos promete también desarrollar la figura del autónomo de responsabilidad limitada, de modo que todos respondan a las posibles deudas únicamente con los bienes profesionales asociados a su actividad y no con todo su patrimonio. Incorporar a este colectivo a las mesas de diálogo social e informatizar y simplificar los trámites para comenzar una actividad económica son otras de sus propuestas electorales.
El segundo apartado, el de las políticas dirigidas a las pequeñas y medianas empresas, presenta similitudes y diferencias entre los programas electorales de ambos partidos. Así, tanto Podemos como Ciudadanos buscan favorecer la cooperación entre las pymes, a través de clusters en el caso de Podemos y de plataformas comerciales de servicios online entre empresas en el de Ciudadanos.
Otro aspecto en el que coinciden es en el de la necesidad de una reforma de la fiscalidad de las pymes. Aunque aquí comienzan las diferencias. La formación morada quiere reformar el Impuesto de Sociedades garantizando las diferencias en función del tamaño de la empresa y establecer un tipo reducido del 25% para los beneficios reinvertidos productivamente en la misma. Mientras que Ciudadanos propone mejorar la fiscalidad para reducir los costes fijos de las pymes, eliminando el “escalón” fiscal que penaliza a las empresas con más de 50 empleados.
En el plano financiero, Podemos propone reforzar el apoyo a la pequeña empresa a través de las actividades del ICO y la futura banca pública, así como el aumento de la financiación estatal a las pymes, tanto en política industrial como en promoción comercial y comercio exterior. Ciudadanos, por su parte, planea implantar un Programa de Inversión para Pequeñas Empresas que posibilite el flujo de capital a las pymes mediante la asociación del Gobierno con inversores privados, además de reservar para las pymes un 20% de las compras de productos y servicios de la Administración Pública.
Al igual que otras formaciones, el partido de Pablo Iglesias quiere desarrollar una “verdadera” Ley de Segunda Oportunidad, también en el terreno de las pymes y los autónomos, con un proceso simplificado de reestructuración y cancelación de deudas, tanto para personas físicas como jurídicas.
Y por último, aunque no es exclusiva para las pymes, Podemos defiende el impulso de los mecanismos de flexibilidad interna en las empresas ante los cambios en la demanda y el nivel de actividad económica, especialmente a través de la reducción de la jornada laboral siguiendo el modelo alemán.
Ciudadanos pone más énfasis en simplificar la regulación y eliminar las trabas para el crecimiento de las empresas. Eliminar trámites burocráticos y apoyar los procesos de concentración empresarial son dos de sus propuestas en este ámbito, unidas a favorecer el funcionamiento de las pymes más productivas.
La formación naranja también promete crear una agencia de apoyo a las pymes similar al Small Business Services británico y regular más eficazmente la morosidad para impedir que las grandes empresas y las Administraciones Públicas sigan pagando a pymes y autónomos en plazos que les abocan al cierre. Asimismo, apuesta por fomentar la formación de los trabajadores y la adopción de las TIC entre las pequeñas empresas.
Respecto a las startups, las palabras de Pablo Iglesias, que ha apostado reiteradas veces por la “reindustrialización basada en las tecnologías de la información”, podrían interpretarse como un signo esperanzador para estas nuevas empresas. Más allá de las palabras, Podemos plantea en su programa dos medidas concretas.
La primera, la canalización de recursos del Instituto de Crédito Oficial y la banca pública prevista en su programa para apoyar la creación de startups en sectores intensivos en conocimiento. Estos préstamos e inversiones se asignarían teniendo en cuenta criterios sociales y estratégicos.
La segunda, el fomento del emprendimiento en sectores innovadores, beneficiaría a las startups en aspectos como el impulso de hubs o las facilidades para las incubadoras a la hora de acceder a espacios de trabajo y de coworking. Con ello, se pretende crear una red de espacios de colaboración que permitan a pequeños emprendedores la mutualización de recursos, ofrecer servicios compartidos y facilitar la innovación de forma descentralizada, beneficiando así a la ciudadanía y al tejido productivo.
Otra de sus propuestas es el fomento de la economía social y el apoyo a la economía colaborativa, dotando a esta última de un marco legal claro que regule y equilibre los intereses, derechos y obligaciones de todas las partes implicadas. Asimismo, Podemos quiere fomentar la incorporación de servicios de la economía digital y colaborativa por parte de las Administraciones Públicas, además de promover los fondos públicos de inversión en estos sectores y la colaboración público-privada para producir aplicaciones digitales de interés general.
Es de destacar que Podemos cuenta en este ámbito con la experiencia acumulada con el Proyecto Impulsa. Este proyecto nació a finales de abril con el fin de facilitar el desarrollo de proyectos emprendedores con proyección social. La formación ofrece una dotación económica variable a los proyectos más votados por los inscritos, junto a la posibilidad de utilizar un Banco de Talentos para abrir sus proyectos a nuevos colaboradores. La dotación económica del programa, en torno a los 300.000 euros, procede del excedente del límite salarial de los cargos públicos electos de Podemos.
Hasta ahora, el Proyecto Impulsa ha celebrado dos ediciones. En la primera fueron elegidos 22 proyectos y en la segunda 91, repartidos en tres categorías: Impulsa tu país, Impulsa tu entorno y Podemos Impulsa.
En cuanto a Ciudadanos, pone Israel como ejemplo a seguir en la promoción de nuevas empresas tecnológicas. Su propuesta para replicar el modelo israelí pasa por la creación de la Red Cervera de Transferencia Tecnológica, compuesta por institutos tecnológicos donde se fomente la investigación aplicada y se aproveche el conocimiento de los investigadores universitarios.
Para incrementar la creación de startups, los de Albert Rivera proponen crear fondos de inversión públicos de match funding para sectores estratégicos, que coinviertan con capital riesgo especializado. Y para que las startups puedan atraer y potenciar el talento a través de las stock options, Ciudadanos promete modificar la tributación de esta forma de retribución, adaptándola a las características de las empresas de nueva creación, así como eliminar la exit tax.
Por último, y dentro de la cooperación entre las instituciones científicas públicas y el sector empresarial, Ciudadanos propone facilitar la creación de empresas de base científica y tecnológica con ayudas directas y supresión del tope del 10% del accionariado para personal investigador en las primeras fases, además de promover equipos especializados que apoyen a los investigadores en actividades de transferencia de resultados, generación de patentes, formación de startups y captación de fondos internacionales.
Finalizando con la parte de los programas referida a la innovación, vemos la gran importancia que le conceden estos dos partidos. Ciudadanos habla de “reorientar la inversión pública desde la infraestructura hacia la innovación”, con objeto de integrar la política industrial española en la economía del conocimiento.
¿Cómo? En primer lugar, promoviendo la cultura científica en España con el desarrollo de una educación orientada al conocimiento y comprensión del método científico en todos los niveles académicos. El desarrollo de Centros de Investigación de Excelencia autofinanciados también va en esta línea.
En segundo lugar, está el aumento de la inversión en I+D, con un incremento significativo en los Presupuestos Generales del Estado y de las comunidades autónomas, hasta situarla en el 3% del PIB anual. Una medida que se complementaría con una Ley del Mecenazgo Científico que reactive la filantropía y la inversión privada en I+D, gracias a la obtención de importantes ventajas fiscales.
La tercera propuesta del partido de Rivera es la puesta en marcha de un plan para elevar la creación de empresas de alta intensidad innovadora. Plan que contaría con financiación pública y privada y que implantaría políticas para favorecer la “importación” de talento extranjero.
Ciudadanos también promete crear un Observatorio de la Innovación y la Disrupción, que preste especial atención al impacto, oportunidad y regulación de áreas como drones, robótica, inteligencia artificial, impresión 3D, ciberseguridad, nanotecnología, ciudades inteligentes, Internet de las Cosas y monedas virtuales.
Por su parte, Podemos propone aumentar la diversificación industrial gracias al desarrollo de los servicios avanzados, tanto los destinados a las empresas (investigación y desarrollo, ingeniería, diseño, marketing…) como los comerciales y financieros, e impulsar una política industrial centrada en el desarrollo de competencias específicas y el acceso a la tecnología.
Para estimular el talento científico, la formación de Iglesias crearía un Programa Nacional de Introducción a la Investigación que incentive el inicio de la carrera científica en jóvenes estudiantes, unido a los Centros de Innovación Ciudadana para acercar la ciencia a la sociedad, a un aumento de la contratación de investigadores principales y a una convocatoria extraordinaria destinada a la recuperación del talento joven. El retorno de los científicos emigrados es otra de sus preocupaciones, con propuestas como la creación de un marco de cooperación científica y cultural con Estados Unidos para evitar la fuga de cerebros.
Pero la propuesta estrella de su programa es el Pacto Estatal para la Ciencia y la Innovación, que considere la política científica y de innovación una cuestión de Estado independiente de los cambios políticos y en el que participen las empresas, los agentes financieros y los agentes tecnológicos y de investigación para facilitar la transferencia de conocimiento.
En este sentido, Podemos plantea promover la actividad innovadora en el tejido empresarial, en especial entre las pymes, creando polos de conocimiento y desarrollo económico especializados y localizados en diferentes regiones españolas.
Y, lo más importante, con una inversión pública en I+D+i que crezca hasta los niveles anteriores a la crisis. El objetivo de Podemos es dedicar el 2,7% de los Presupuestos del Estado a inversión en I+D+i en 2017, y el 3% en 2020, asegurando que los préstamos de fondos públicos a empresas desarrolladoras de I+D+i se utilicen al 100% para lo que inicialmente se idearon, y no como subvenciones encubiertas.
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