Destaca en la propuesta de Asimelec la demanda de un cambio en la educación que permita a las universidades preparar mejor a los futuros profesionales y para ello solicitan que se reasignen recursos públicos hacia las universidades mejor evaluadas para que se “prime la especialización y la excelencia internacional”.
En la actualidad hay facultades básicamente en todas las provincias, muchas de ellas con escasos alumnos. La patronal prefiere menos universidades, pero más
especializadas, y es que el 90 por ciento de los estudiantes necesitan varios meses de preparación por parte de las empresas cuando ingresan en el mercado laboral.
Pérez también afirma que “hace falta mano de obra especializada” y que “no hay ingenieros suficientes que cubran la demanda de empresas TIC en España”. Añade que en los próximos dos años harán falta “casi diez mil ingenieros” y para ello, necesitan a gente que sepa sobre la profesión o recurrir a traer “profesionales extranjeros”. Los informáticos reivindican que hay intrusismo, pero en las empresas se necesitan profesionales que puedan dedicarse a la informáticas y las telecomunicaciones.
Esta exigencia la han reproducido en sus propuestas a los políticos y piden que las empresas españolas, al igual que en otros países vecinos, tengan carta verde que les de libertad para contratar a trabajadores cualificados extranjeros que ocupen estos puestos que se necesitan cubrir para seguir con el
desarrollo del sector.
De todos modos, desde la patronal no se muestran tan pesimistas como Aquilino Juan y, a pesar de que demandan a los políticos campañas que potencien la seguridad y la confianza en las tecnologías entre los ciudadanos y que muestren las buenas prácticas que hay que llevar a cabo para mitigar los problemas derivados de la informática y de la tecnología en general, creen que España ha avanzado mucho en los últimos años y una de las causas es “el salto de conciencia general que se ha producido tanto de los políticos, como de los empresarios y de los ciudadanos, y esto propicia el desarrollo de la sociedad de la información y que las soluciones surjan con más facilidad”.
España es, según Asimelec, “la octava economía mundial en materia de tecnología y de la nueva economía del conocimiento”, pero también afirman que aún queda mucho por hacer para poder alcanzar a otros países europeos. Y, para ello, entre otras cosas, es importante solucionar estos problemas por los que los ingenerios protestan.