El Tribunal de la Propiedad Intelectual de Taiwán (IPC)ha fallado a favor de Royal Philips Electronics en un litigio entre la firma y el fabricante de CD-ROM Princo.
Según se ha resuelto, esta última deberá abonar un total de 7.606 millones de yenes (60 millones de euros) a la casa holandesa debido al retraso en un pago en relación a los royalties de los dispositivos de almacenamiento.
Princo dispuso de una concesión de licencias para CDs entre el cuarto trimestre de 1997 y el mismo período de 1999, demorándose en el abono de la misma. Tras dicho retraso Philips inició el proceso judicial contra la firma taiwanesa para reclamar el desembolso de la cantidad correspondiente, según informa Digitimes.
La corte del distrito estimó en agosto de 2008 que Princo debería pagar a Philips unas tasas por regalías de 2.354 millones de yenes (18,3 millones de euros) más intereses, ante lo cual la primera decidió apelar al IPC, organismo que ha elevado finalmente la multa de forma considerable.
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