La inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la robótica, y la realidad virtual y aumentada no son conceptos nuevos. No obstante, hasta ahora, hemos hablado de ellos de una forma un tanto aislada. Vemos cada vez con más frecuencia cómo la aplicación de la potencia de estas tecnologías de manera colectiva puede conseguir resultados transformadores.
Veamos algunos ejemplos: el gigante logístico DHL utiliza con éxito el aprendizaje automático, la inteligencia artificial y la realidad aumentada en sus operaciones de recogida en almacén mediante el uso de gafas «inteligentes». Las gafas colocan una pantalla delante del ojo del usuario, lo que muestra representaciones visuales de instrucciones de recogida de pedidos, la ubicación exacta de los artículos en el almacén y dónde deben colocarse en el carrito. Esta tecnología ha dado lugar a enormes mejoras en la productividad de sus empleados y en la precisión de sus entregas.
Asimismo, están despuntando casos prácticos de la aplicación de la realidad virtual más allá de la industria de los videojuegos y del entretenimiento: empieza a introducirse en el espacio del consumidor. Air New Zealand está probando en la actualidad una solución de realidad aumentada para mejorar el servicio prestado a los pasajeros. Mientras los azafatos caminan por el pasillo con sus gafas de realidad aumentada, conocen de inmediato la información de cada pasajero —cuántos kilómetros ha volado, cuáles son sus preferencias respecto a la comida y cuál es su destino final—, lo que mejora su capacidad de prestar un servicio más personalizado. Pueden incluso acceder a indicaciones visuales y sonoras para detectar el estado de ánimo de un pasajero.
Robots itinerantes
Empezamos a ver materializada la verdadera promesa de la robótica. En Estados Unidos, Orchard Supply Hardware en San José utiliza el aprendizaje automático con robots que están conectados a sus sistemas de inventario. Al entrar en la tienda, el cliente puede caminar hacia el robot y hablar con él utilizando un lenguaje normal. El robot sabe exactamente dónde se encuentran los artículos que busca y le acompaña hasta el pasillo correspondiente. También está completamente actualizado con respecto a la mercancía que la tienda tiene en existencias ese día en particular.
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático también tienen su impacto en el mundo del deporte profesional. En el Tour de Francia de este año, nuestra plataforma de análisis de datos incorporó el aprendizaje automático y algoritmos complejos que combinan datos de carreras históricos y en tiempo real con el fin de proporcionar niveles más profundos de información durante los 23 días que dura este acontecimiento. Asimismo, la afición pudo obtener más información sobre los entornos y las circunstancias en los que los ciclistas rinden mejor, lo que, a su vez, nos permitió incluir algoritmos predictivos para pronosticar los resultados de un ciclista o de grupos de ciclistas en tiempo real durante la carrera, mejorando aún más la experiencia y la participación de los espectadores.
El pasado año, predijimos que 2017 sería el año en que «maduraría» la TI híbrida. No obstante, creemos que las organizaciones no han avanzado tanto como les gustaría en lo que respecta a la optimización de sus entornos de la TI híbrida. Nuestro reciente estudio sobre la TI híbrida, realizado junto con 451 Research, reveló que al 45% de las organizaciones le sigue resultando complejo gestionar varios entornos de TI.
Creemos que esto se debe en parte a las limitaciones en la capacidad de las organizaciones de aprovechar la tecnología programable. Las organizaciones seguirán ejecutando aplicaciones y datos en la infraestructura de las instalaciones, y en la nube pública y privada, ya que necesitan una interacción fluida en las diferentes plataformas, lo que significa que la gestión de las aplicaciones y la infraestructura subyacente serán considerablemente más complejas.
En 2018, tanto las aplicaciones como las infraestructuras seguirán siendo más programables, pero el ritmo debe acelerarse. ¿Por qué? Porque las ventajas empresariales que ofrece la programabilidad, como la reducción de los costes y del error humano, son demasiado convincentes para ignorarlas. Prevemos que los proveedores de infraestructuras, cuyos servicios no sean lo suficientemente programables, van a ver mermada considerablemente su cuota de mercado en 2018. Asimismo, una falta de programabilidad llevará de forma natural a las organizaciones a migrar a plataformas que son programables, dando un nuevo impulso a la adopción de aplicaciones e infraestructuras basadas en la nube.
Servicios gestionados automatizados: una solución indispensable
El año pasado, pronosticamos que la automatización y las DevOps (operaciones de desarrollo) se convertirían en una inquietud empresarial. Reiteramos que creemos que las empresas han hecho algunos progresos, pero los proveedores de servicios gestionados no han facilitado necesariamente esta transición.
Para operar con éxito un entorno de TI híbrida, necesita servicios gestionados altamente automatizados. El modelo tradicional de servicios gestionados por terceros ha quedado obsoleto. Actualmente, las organizaciones esperan un servicio automatizado y gestionado desde la nube en un entorno de TI híbrida. Las empresas no quieren tener que preocuparse por saber si su tecnología se integra en los equipos existentes en sus instalaciones, en la nube de un proveedor o en una nube de hiperescala, o en todas las opciones anteriores; simplemente quieren utilizarla a su forma, de manera totalmente automatizada. La automatización debe abarcar el descubrimiento, la reparación, el suministro y las operaciones, y al mercado aún le queda camino que recorrer en este sentido.
La falta de automatización también ha ralentizado la capacidad de las organizaciones de adoptar verdaderamente una cultura de DevOps. Si su entorno no es programable, no será posible ejecutar una estrategia profunda de DevOps o garantizar que se extienda a toda su empresa.
Al analizar las principales tendencias del negocio digital para 2017, no nos equivocamos al predecir que los modelos de transacción centralizados se verían amenazados.
En especial, la tecnología de cadena de bloques (también conocida como «blockchain») se ha consolidado cada vez más. En el sector de los servicios financieros, hemos visto cómo los mercados de capitales estadounidenses y europeos migraban en gran medida a plataformas de la cadena de bloques, y cómo se producía una actividad similar en otros mercados más conservadores como, por ejemplo, Japón. Este aspecto es bastante notable teniendo en cuenta lo conservador que es este sector y lo centrado que está en la conformidad.
A muchas personas les resultó bastante irónico que los ciberdelincuentes que perpetraron el reciente ataque de «ransomware» WannaCry pudieran exigir a un gobierno federal un rescate y el pago en bitcóines. El bitcóin puede ser una moneda criptográfica, pero está basado en la cadena de bloques, por lo que es un interesante caso práctico. El hecho de que los ciberdelincuentes, que invierten mucho más dinero en la ciberdelincuencia que la mayoría de las empresas en la ciberprotección, tengan la certeza de que el bitcóin ofrece un mecanismo seguro (o, mejor dicho, su base en la cadena de bloques) para el pago de rescates debería darnos una idea del grado de seguridad del enfoque de contabilidad distribuida.
Creemos que la cadena de bloques tiene el potencial de rediseñar por completo la ciberseguridad, pero el sector aún tiene que aceptarlo. A lo largo de la última década, la ciberseguridad se ha centrado en la defensa del perímetro de una entidad central a través de diversas tecnologías, como los cortafuegos y la prevención y detección de intrusiones, y mediante la correlación y el aislamiento de las amenazas, aplicando desde nuestro punto de vista un enfoque aún muy tradicional.
El uso de una contabilidad distribuida evita que los ciberdelincuentes puedan atacar una base de datos central. Con una contabilidad encriptada distribuida en numerosos ordenadores, todos ellos validándose entre sí, ¿dónde está el perímetro? ¿Quién se ve amenazado? Se trata de una arquitectura inherentemente más segura.
En las últimas semanas, el mercado ha presenciado un importante fallo de seguridad en uno de los tres principales proveedores de historiales crediticios, en el que se robaron aproximadamente 150 millones de registros de clientes. Este suceso es bastante significativo teniendo en cuenta la información personal que se confía a estas autoridades. Este es otro ejemplo que muestra la vulnerabilidad del enfoque centralizado, protegido por medidas de seguridad tradicionales. ¿Podría haberse evitado este ataque si el sistema se hubiese basado en la cadena de bloques?
La cadena de bloques hará realidad la promesa del Internet de las Cosas
Creemos que el próximo año se entenderá mejor el potencial de la cadena de bloques de hacer realidad la promesa del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), ya que el IoT requiere un mecanismo de igual a igual que sea práctico y aplicable.
En el mundo del IoT, se generan millones de pequeñas transacciones que recoge un conjunto de sensores distribuido.
No resulta viable operar estos sistemas con un modelo transaccional centralizado, ya que es demasiado lento, costoso y exclusivo. Para sacar provecho del verdadero valor de la tecnología IoT, debe poder operar en tiempo real. Una vez que se ha recibido una alerta de sensor de un sistema de control, se debe actuar, sopesarla y hacerse cargo de los costes de inmediato, lo que anula la viabilidad de una autoridad de transacción centralizada. El coste de la transacción debe ser cercano a cero o gratuito, y los elementos de coste de un modelo centralizado simplemente no sustentan el potencial modelo empresarial del IoT.
El IoT también requiere una red de alto rendimiento. Aunque las transmisiones de datos relacionados con el IoT que ofrecen actualizaciones de ubicación y de estado no consumen tanto ancho de banda como otro tráfico —por ejemplo, los vídeos—, requieren redes altamente fiables y dependientes del factor tiempo. El IoT suele estar relacionado con sistemas de control altamente sensibles que conforman la base de la gestión de procesos críticos. Si los datos de control no se proporcionan en un plazo limitado, se verán afectados los procesos y las funciones empresariales, lo que conllevará un impacto financiero significativo. En 2018, prevemos que esta tecnología cambiará la forma en la que se diseñan e implementan las redes en determinados sectores.
También esperamos ver algunas aplicaciones interesantes de la cadena de bloques y del IoT en el área de la ciberseguridad del IoT durante el próximo año. Ya hemos sido testigos de ataques significativos que se han lanzado desde puntos finales del IoT de bajo coste y de lo poco incentivados que están los fabricantes de estos dispositivos para correr con el coste de una pila de seguridad, lo que los deja sumamente vulnerables. Por tanto, creemos que la tecnología de cadena de bloques puede desempeñar un papel fundamental para proteger este entorno, aumentando aún más su relevancia en el IoT.
Creemos que en 2018 las organizaciones empezarán a asumir el hecho de que sus redes de área amplia nunca se diseñaron para una nube y un entorno de TI híbridos.
La buena noticia es que la recientemente lanzada tecnología WAN definida por software puede ser una ayuda, por lo que esperamos ver un aumento significativo de su adopción el próximo año. Aproximadamente el 40% de las empresas de todo el mundo empezará a implementar redes de área amplia definidas por software, en comparación con el 2% en 2016.
La ventaja de la tecnología WAN definida por software es que le permite automatizar las decisiones, establecer una sensibilidad más exhaustiva de la aplicación y saber cómo debe gestionarse el tráfico de la mejor manera. Puede incluso ajustar las arquitecturas virtuales para adaptarse a condiciones o cargas de trabajo en tiempo real. Además, esta tecnología permite tomar decisiones más fundamentadas sobre cómo utilizar el Internet de amplio alcance o sus propias redes tradicionales basadas en la conmutación de etiquetas multiprotocolo (MPLS, por sus siglas en inglés), que son más costosas, pero más sólidas y tradicionales, consiguiendo así un mejor equilibrio entre coste y rendimiento.
La victoria de la tecnología inalámbrica
En el año 2018, también podemos esperar el auge de las nuevas tecnologías inalámbricas, que harán posible el Internet de las Cosas y nos acercarán al sueño de la conectividad ubicua. Algunos de estos avances incluirán Wi-Fi 5G y Gbps, nuevos controles, la tecnología de balizas virtuales y la radiofrecuencia de larga distancia y baja potencia.
La tecnología inalámbrica se está generalizando en el sector empresarial, llegando incluso a grandes espacios, como campus y zonas comerciales. Una conexión Wi-Fi más inteligente que proporciona «hooks» (ganchos o enlaces) de aplicaciones simplifica la recopilación de controles y metadatos enriquecidos que impulsan aplicaciones y análisis, e influye en los procesos empresariales.
Por tanto, empezaremos a ser testigos de más procesos compatibles con la tecnología inalámbrica. Esta tecnología puede establecer un vínculo real entre el usuario y la aplicación y el proceso empresarial, lo que da lugar a la optimización y a nuevas oportunidades del modelo empresarial. También pensamos que la tecnología inalámbrica se convertirá en un punto nodal clave para iniciar la personalización o la automatización en tiempo real. Imagine en el lugar de trabajo una interacción inteligente entre el dispositivo de un usuario, mediante conexión Wi-Fi, y el área de trabajo que permita la ejecución de un activador de proximidad que reconfigure automáticamente dicho lugar de trabajo para adaptarse al individuo.
La innovación inalámbrica viene impulsada por numerosos factores, especialmente el IoT. Las redes de sensores necesitarán conexiones inalámbricas de baja potencia, tanto a larga como a corta distancia. La duración de la batería ha sido un costoso factor inhibidor en el pasado, por lo que podemos esperar innovaciones significativas para solucionar estos retos.
También creemos que las redes, especialmente en el borde, se volverán más inteligentes, sobre todo en los puntos en los que el análisis adquiere un mayor énfasis. El análisis de datos, incluidos la normalización y la limpieza de datos, el procesamiento de flujos distribuido e, incluso, el enriquecimiento de los datos, podrá acercarse al borde de la red e insertarse cada vez más en el mismo.
La red no es la única piedra angular requerida para alcanzar la supremacía digital. También debe asegurarse de que estén implementadas sus estructuras de datos y arquitecturas básicas.
La mayoría de las organizaciones necesitarán un socio para poder entender los conceptos básicos. Las habilidades de integración de sistemas son claves para empresas asentadas que esperan competir de forma efectiva con los nuevos participantes en el mercado. Un integrador de sistemas puede ayudarle a determinar cómo aprovechar el valor de su entorno anterior. En un mundo definido por software, donde todo puede ser programable y verse en tiempo real, también están cambiando las habilidades principales requeridas por los integradores de sistemas. En los próximos 12 meses, los integradores de sistemas deberán ajustar su enfoque, sus conjuntos de habilidades principales y sus metodologías.
También esperamos ver cómo las organizaciones buscan cada vez más un nuevo tipo de servicios de consultoría y asesoría. En el pasado, las empresas buscaban asesoramiento sobre cómo mejorar torres de tecnología específicas, como la red, el centro de datos, la seguridad, etc. En la actualidad, las conversaciones de las organizaciones son bastante diferentes: «Quiero pasarme a la tecnología digital, pero ¿cómo llego ahí desde aquí? ¿Qué pasos debo seguir? Y, por favor, sea extremadamente preciso: quiero saber lo que debo hacer esta semana, no dentro de dos años. ¿Cuál de todos estos elementos móviles debo analizar en primer lugar (mejora de las ganancias operativas, flujo de efectivo, experiencia del cliente o mi cadena de suministro)? ¿Y cómo llego hasta ahí lo antes posible?».
La verdad es que, si aún no ha iniciado el ciclo de inversiones, se arriesga a verse obstaculizado por nuevos competidores que pueden permitirse el lujo de colocar las piedras angulares y las arquitecturas adecuadas desde el principio.
El contraataque digital
Por otra parte, consideramos que aquellas empresas establecidas que se han transformado proactivamente en negocios digitales, han modernizado sus arquitecturas y han incorporado altos niveles de automatización en sus operaciones tienen la posibilidad de recuperar cuota de mercado el próximo año. Esto se debe al aumento del número de empresas emergentes (también conocidas como «start-ups») nacidas en la nube que han empezado a provocar una fractura en algunas industrias.
Por tanto, prevemos que algunos actores del mercado que son parte de la transformación digital empezarán a reclamar con éxito sus mercados, ya que tienen una mayor credibilidad, una historia más longeva, una base de clientes establecida y unos activos que pueden resistir el paso del tiempo.
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