Primera prueba de fuego para Google Wave: se abre a 100.000 usuarios

Google Wave se enfrentará en breve a su primera prueba de fuego cuando sea lanzado a 100.000 consumidores y usuarios empresariales. Tal vez el mayor misterio sea adivinar para qué van a utilizar la parte superior de la plataforma de los de Mountain View.

Google hará efectivo el servicio el 30 de septiembre. A partir de ese día sus usuarios podrán enviar mensajes instantáneos, compartir documentos, vídeos y coeditar los contenidos en tiempo real.

“Dado que Google Wave requiere que la gente piense acerca de cómo trabajar de manera diferente, no está claro todavía cuál será la repuesta de los receptores. Sin embargo, se puede apostar con total seguridad que los vendedores y los directores de tecnología estarán atentos a lo que allí se desarrolla”, explica Ted Schadler, analista de Forrester Research.

Lo que esta innovación permite es la ruptura con la forma tradicional de comunicación (email o mensajería instantánea). De este modo, los usuarios tradicionales deberán adaptarse a esta y decidir si es la aplicación correcta para su vida personal y/o profesional.

Ahora sólo queda por descifrar cómo utilizarán las empresas la parte superior de la plataforma. Ribbit Telecom ya ha anunciado que planea lanzar al mercado gadgets de telefonía basados específicamente en Wave.

“Es una época de experimentación. Se observa que la mayoría de empresas y proveedores están en búsqueda de acuerdos de colaboración”, afirma Ted Schadler.

Otra empresa, Wachtitoo ha desarrollado una plataforma que permite a los usuarios compartir el contenido mientras se comunican en tiempo real. Esta innovación, dirigida a los consumidores, en octubre se ampliará a las empresas con el uso de compartir y distribuir documentos.

En este momento, la cuestión que se plantea es la siguiente: ¿será Google capaz de capitalizar los beneficios de su nueva herramienta?

“Este es un paso importante para Google en su desarrollo. Ahora bien, si el experimento no funciona, significaría que aún no se ha encontrado la fórmula adecuada para alejar a las personas del correo electrónico”, concluye Ted Schadler.