Primer vistazo a Project Natal

La demo se realizó en un céntrico piso madrileño en el que Microsoft dejó claro que no se necesita un salón de grandes dimensiones para poder aprovechar una tecnología que destaca no por lo que vimos, sino más bien por lo que no pudimos ver.

Y es que el potencial de Project Natal es asombroso. Aunque la demostración es divertida, su objetivo no era tanto el de entretener, sino el de servir como muestra de una tecnología que reconoce perfectamente el movimiento de nuestro cuerpo -sí, hay un pequeño lag, y no, no lo notas cuando estás jugando, lo notan los que ven el juego desde fuera- y que lo transmite a la consola con una precisión increíble.

Los asistentes pudimos probar en directo esa interacción con el sensor de movimiento, que se ajusta al perfil de cada jugador con una pequeña calibración previa muy a lo “Minority Report” (mover la mano hacia arriba y hacia un lado siguiendo una referencia en pantalla) y que en apenas unos segundos demuestra su fiabilidad.

La primera impresión al conocer Project Natal en vivo y en directo ha sido, por lo tanto, fantástica. Si Microsoft juega bien sus cartas -y Project Natal puede ir más allá del mundo de los videojuegos, eso está claro- tiene ante sí una revolución tan singular como la que la Wii y su wiimando representaron en su día. Este es un paso más en una dirección que nos acerca un poquito más al futuro de los videojuegos.

vINQulos

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