El primer unicornio español podría llegar en dos años
El estudio ‘The EUnicorn Economy: opportunities for Spain’ destaca que la inversión en capital riesgo en España ha aumentado un 300% en los últimos dos años.
Los unicornios son un fenómeno relativamente consolidado en el ecosistema de startups de Silicon Valley. Las startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares, como Uber, AirBnB o DropBox, son la punta de lanza de las nuevas empresas tecnológicas estadounidenses, pero en Europa son mucho más escasas.
El primer unicornio europeo data del año 2010 y en sólo cinco años han surgido un total de 34 unicornios en Europa, con una inversión en capital riesgo de 25.200 millones de dólares. Pese a esas cifras, Europa todavía está lejos de alcanzar el nivel de Estados Unidos, donde en el mismo periodo de tiempo han nacido 128unicornios, con una inversión de 222.000 millones.
Aunque en EEUU hay más startups milmillonarias, sin embargo, el capital invertido desde 2010 es más del doble de eficiente en Europa, donde se ha producido un unicornio por cada 741 millones de dólares invertidos, mientras que en EEUU han sido necesarios 1.700 millones de inversión en capital riesgo para que surja uno.
Este es uno de los principales datos que propone el estudio The EUnicorn Economy: opportunities for Spain, que ha presentado hoy Liz Fleming, vicepresidenta international de Spain Startup y única persona perteneciente a la red de Kauffman Fellows en España que analiza, por primera vez, la inversión en capital riesgo en Europa y mide su influencia real en la creación de empresas tecnológicas de escala.
El informe señala que en España la inversión en capital riesgo se ha multiplicado por dos durante los últimos nueve ejercicios y ha aumentado cerca de un 300% en los últimos dos años, disparándose notablemente en 2015. El informe también profundiza en la inversión en VC en España y en los Limited Partners (LPs), quienes apuestan por el sector, para lo que se ha realizado entrevistas con el Fondo Europeo de Inversión (FEI), el Fondico, Global, Altamar, Qualitas y Wealth Solutions.
Liz Fleming sostiene que “en España, la cultura del emprendimiento con startups ya está bastante extendida, con proyectos interesantes que han recibido buenas rondas de financiación de fondos internacionales”. Flemimg cree que es el momento de atraer la confianza de los Limited Partners para “dar a luz el primer unicornio, un parto que yo estimo que se producirá como máximo en un plazo de dos o tres años“.
Para conseguirlo, es fundamental consolidar el emprendimiento y que España materialice estos retornos positivos en el capital que ha entrado en el mercado en los últimos tres años. “El éxito de estas empresas será clave para seguir y ver nuevas empresas de tecnología competitivas a nivel mundial de origen español. El interrogante es qué VC lo respaldará y si la calidad de los proyectos españoles podrá seguir mejorando”, apunta Fleming.
Sobre el perfil de los inversores en capital riesgo, el informe señala que se trata, sobre todo, de fondos de inversión gubernamentales, que en Europa representan un 35% del total. Además, muchos países europeos cuentan con agencias gubernamentales locales, en la que tiene un importante papel este tipo de inversión. Entre los fondos europeos más reconocidos está el Fondo Europeo de Inversión (FEI), un fondo público europeo que desde 1997 ha invertido más de 4.000 millones de euros en 300 fondos.
El capital riesgo español es una parte muy residual del total europeo. De hecho, en 2015 la inversión en VC europeo se situaba en 3.800 millones de euros, frente a los 534 millones en España, donde el registro había sido mejor que nunca.
En nuestro país, la inversión procede fundamentalmente de los fondos públicos, que representan el 27% de toda la inversión en España en VC. También juegan un papel muy importante los Family Office y los inversores privados, que contribuyen con un 25% del total. Las previsiones apuntan a que la inversión privada en capital riesgo en España no crecerá mucho más de lo que lo ha hecho en los últimos años porque el país no cuenta ahora mismo con un historial consolidado y, por tanto, los inversores son recelosos. Sin embargo, sí hay un interés creciente de los inversores extranjeros.