En menos de una década, el 15 % de los coches que se vendan serán autónomos
Así lo pronostica Canalys, que cree que en un principio los vehículos estarán dotados de “autonomía híbrida”, dependiendo “del entorno de conducción, el tipo de carretera, la velocidad del tráfico” o incluso “el estado de ánimo” del piloto.
Las ventas de coches autónomos irán en aumento durante los próximos años, a medida que se vayan perfeccionando los desarrollos por parte de diferentes fabricantes.
La consultora Canalys estima que este año el porcentaje de automóviles autónomos vendidos será del 1,3 %, esto es, de automóviles con autonomía únicamente parcial. Mientras, aquellos a los que se les aplicará autonomía condicional o total habrán quedado restringidos a temas de pruebas e investigación.
Para 2025, un 15 % de los coches vendidos a nivel mundial ya serán coches con esa autonomía condicional o plena.
“Existen varios factores clave para un futuro autónomo”, detalla Chris Jones, analista jefe de Canalys en el sector automotriz. “Los reguladores deben adoptar la nueva tecnología y trabajar con fabricantes OEM de automóviles para ayudar a facilitar la transición en nuestras carreteras. La tecnología requerida no debe afectar dramáticamente al coste del vehículo. Los sensores, como lidar, deben volverse más pequeños y más baratos. El público debe confiar en los sistemas y sus capacidades deben estar bien comunicadas”, enumera Jones, que sigue: “la planificación urbana tendrá que replantearse para permitir un futuro autónomo, que aliviará y, en última instancia, eliminará la congestión e incrementará la seguridad en las carreteras”.
Este experto comenta que, al principio, “los vehículos tendrán una autonomía híbrida: cambiando entre los niveles de autonomía en función del entorno de conducción, el tipo de carretera, la velocidad del tráfico” o incluso “el estado de ánimo del ‘conductor’. La autonomía total, que no requiere necesariamente un conductor humano, será posible en tramos de carretera predefinidos, carriles específicos de una autopista, zonas de una ciudad, campus o aparcamientos sólo para vehículos autónomos”.
“En modo completamente autónomo”, explica Chris Jones, “los vehículos podrían simplemente dejar a los pasajeros en su destino y conducirse a zonas menos congestionadas para aparcar, o ponerse a disposición para ser proclamados como servicio de transporte compartido”.