“Los iPhone con la pantalla rota que hemos analizado muestran por el momento, en todos los casos, que las fisuras fueron causadas por una presión externa ejercida sobre el iPhone”, señalan desde Apple.
La compañía se suma a una de las últimas teorías que se habían elaborado en Francia y que apostaban por la manipulación frente a la explosión accidental. Tras el primer incidente, se fueron sucediendo las explosiones hasta alcanzar la decena.
Apple tira ahora balones fuera y en declaraciones de su director de comunicación para Europa a AFP limitan la responsabilidad de sus baterías, asegurando que ha sido uan “presión externa” la que ha llevado a los terminales a explotar.
El pasado viernes los responsables de Apple se reunieron con el Gobierno francés para explicarles cómo estaban controlando la situación. La oleada de explosiones está siendo investigada también por la DGCCRF (Dirección Generla de Consumo, también de lucha contra el fraude).
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