PowaTag, la app para comprar cualquier cosa a través de códigos QR
PowaTag ha obtenido 97 millones de dólares de financiación y espera reducir la fricción entre las compras físicas y online.
Los pagos móviles se están convirtiendo en un sector muy jugoso en el que todos quieren estar presentes y en el que aún no hay nada decidido ¿Triunfarán el NFC y las soluciones contactless, el acceso con un PIN, los accesorios ‘mochila’ como proponen Square o iZettle? ¿O quizás habrá un reciclaje de los códigos bidi para transacciones a través del móvil? Esta es la propuesta que nos presentaba hace unos meses FLASHiz y que ahora también defiende Powa Technologies, con su aplicación PowaTag.
Tras Powa Technologies se puede encontrar a Dan Wagner, un emprendedor británico que lleva dos décadas montando negocios digitales. En los noventa creó M.A.I.D, el primer servicio de información online, vendido a Thomson Reuters 16 años después. En 1998 fundó Venda, un servicio de comercio electrónico, cuando el ecommerce aún estaba en pañales. Hace unos años inició Powa, una startup especializada en compras online que ofrece PowaPos, una solución de hardware con tablet, escáner e impresora integrada para los retailers. Ahora, también intentan facilitarle las cosas a los clientes con Powatag.
“Fundamos Powa para arreglar la diferencia entre la compra online y offline”, ha explicado Wagner en una comida con los medios españoles. “PowaTag se creó para resolver un único problema de 1.000 millones de euros. Cuando alguien entra en una web de comercio electrónico y decide comprar un producto da al botón ‘Buy’, pero entonces se encuentra que tiene que introducir todo tipo de datos para ello. La idea es poner toda esa información de una vez y facilitarle la vida al consumidor”.
PowaTag está a caballo entre un Facebook Connect para todo tipo de tiendas online y offline y un Adwords para el mundo real. “Con Powatag la primera vez que visitas un sitio web puedes pagar sin problemas. Se escanea el código QR con el smartphone y tienes todos los detalles del producto, posibilidad de escoger tallas, colores, etc. Con un solo click puedes realizar una compra”, añade Wagner.
Para las marcas y los anunciantes, PowaTag no solo tiene la ventaja de la simplicidad. La app les proporciona información de geolocalización de los usuarios, sabiendo las tiendas con mayor volumen o las mejores ubicaciones. Con las compras desde casa, no pueden obtener esa información. Pese a eso, desde Powa indican que su labor no es targetizar, simplemente facilitar los pagos.
La aplicación, disponible para iOS y Android, cuenta con numerosas posibilidades para las compañías. Los QR se pueden ubicar en los escaparates o exteriores de las tiendas para que los usuarios puedan escanearlos y hacer transacciones incluso aunque estas ya no estén abiertas. Las compras se pueden efectuar en los propios comercios sin pasar por caja, evitando colas, esperas y falta de existencias. Es posible incluir los códigos bidi en blogs o webs que no cuenten con plataformas de ecommerce, en carteles, en revistas, anuncios de televisión, camiones publicitarios, vallas, etc. La imaginación está limitada por los propios anunciantes.
PowaTag se puede utilizar para muchas otras cosas, como promociones, compra de entradas o tickets, así como donaciones a fundaciones u ONG. El objetivo es aprovechar esa vertiente impulsiva de muchas adquisiciones.
Además de esta tecnología óptica, Powatag también incluye un sistema de reconocimiento de audio que recuerda en parte al de Shazam. Así, la app es capaz de “escuchar” un anuncio o canción de una película o serie y dirigir al usuario a comprar su DVD o el producto del que se trate de manera automática. Lo hace reconociendo ciertas marcas o datos que hay en las bandas sonoras o pistas de audio.
Desde Powa facilitan el acceso a su pasarela de pagos y están desarrollando plugins con integradores o plataformas de ecommerce o ebusiness como WordPress para facilitar su integración. Sin embargo, la parte de logística corre a cargo de las propias tiendas o retailers.
Cómo ganan dinero
¿Cuál es el modelo de negocio de Powatag? La compañía británica ofrece el acceso a su pasarela de pagos de manera gratuita y se lleva 0,30 céntimos de euro por cada transacción realizada por debajo de 300 euros, los cuales se le cargan al vendedor, nunca al comprador. Por encima de esa cantidad habría una comisión, dependiendo de la cuantía. Según nos revela Ulkano Kindelan, managing director de Powa para España y Portugal, a medida que vayan creciendo e incorporando más usuarios irán pidiendo más cantidad a los grandes.
Por el momento desde Powa no tienen previsto invertir en marketing en medios. Esperan que conseguir a socios potentes y el boca a boca de los propios usuarios sean su mejor publicidad.
Dos meses después del lanzamiento de Powatag en Reino Unido, la startup ha cerrado una ronda de financiación de Series A de 96,7 millones de dólares (entre el año pasado y este), una cantidad muy alta para esta primera ronda que supera con creces las obtenidas por grandes gigantes TIC en su momento, como Facebook o Google. Wellington Group es el principal inversor de la startup británica y el propietario del 25%.
El caso español
Powa lleva un par de años en el mercado español, aunque solo se lleva ofreciendo Powatag unos meses. Comenzaron con una oficina de dos personas eminentemente comercial que ya ha crecido hasta la decena. Los responsables de la compañía nos confiesan que ya tienen el favor de grandes superficies y cadenas de tiendas. “Esto es cuestión de tiempo. Una vez que tengamos a las grandes, el resto irán cayendo”, señala Kindelan.
Entre los socios españoles de la firma ya se puede a Modalia, plataforma de commerce con más de 30.000 clientes. “Nos hemos sumado al carro en cuanto lo hemos visto. Powatag puede ser una solución estupenda para reducir la fricción y la tasa de abandono”, comentan el CEO de Modalia, Diego de Vicente.
Powa Technologies ya dispone de 14 oficinas en localizaciones como Nueva York, México D.F, Madrid, París, Pekín y Milán. Hasta el momento ya han obtenido la confianza de 350 marcas.