Un redactor de TGDaily ha tenido la oportunidad de probar la Milestone 1 de este sistema operativo, y tras su afortunada experiencia ha podido comprobar varias cosas. La primera de ellas, que Windows 7 se instala – por el momento – como una capa de Windows Vista. De hecho, también es necesario haber instalado el SP1 para poder ejecutar Windows 7.
Sin embargo, los cambios externos no son visibles, porque no los hay: al instalar el DVD de 2,7 Gbytes de Windows 7 el redactor se dio cuenta de que todas las diferencias se encuentran a nivel interno, pero ni siquiera esos cambios internos parecen notarse demasiado. Está claro que el nuevo kernel no aporta excesivas diferencias, pero lo más importante es que puede que Windows 7 haga uso de las tecnologías visuales de Vista y que únicamente afecte al sistema de forma interna.
No lo sabremos hasta 2011, el año que muchos han señalado ya como el de la aparición de ese futuro sistema operativo.
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