Por qué los móviles japoneses lideran el mundo
Yasuko San dirige su móvil hacia un pequeño tatuaje cuadrado dibujado en el periódico, hace clic en algún botón y mira ilusionada el resultado. ¿Qué ha obtenido? El siguiente capítulo de “Teddy”, la novela escrita para móvil y último éxito del país.
Este mismo sistema de acceso a Internet a través de un icono impreso se intentó introducir a principios de este mes en Inglaterra para promocionar películas pero no tuvo mucho éxito. En Japón, se han extendido como la espuma: los ves en revistas, pósteres e incluso galletas.
En Japón todo lo que tenga que ver con el móvil va cuatro años por delante que en Europa. ¿Te pierdes en Japón? Deja que el GPS de tu móvil te guíe. ¿Te aburres? Descarga el último manga o libro electrónico para leerlo en el tren. Puedes ir de tiendas y pagar pasando tu móvil por un escáner, adquirir cupones electrónicos, pagar facturas, jugar Final Fantasy, actualizar tu blog y registrarte en el hotel de forma inalámbrica. Pronto, la facturación en el aeropuerto será parte de la Historia en Japón, ya que el billete electrónico que se recibe en el móvil sirve como tarjeta de embarque también.
La población de Japón es de 127 millones de habitantes, de los cuales 100 millones tiene móvil. No en vano se conoce a los japoneses como la Tribu del Pulgar.
Aparte del correo electrónico, que se utiliza masivamente, los japoneses utilizan el móvil para descargar música (el 80 por ciento lo ha probado), ver TV (la mitad lo usa frecuentemente), comprar online (al menos una vez al mes) y bueno, suponemos que también llamarán con él. Lo que no les gusta tanto es la video llamada y el utilizar el móvil como módem (debido a lo cara que es la conexión).
¿Pero por qué el móvil web ha triunfado en Japón en vez de, por ejemplo, en Finlandia? Una razón es de tipo tecnológico: la banda ancha en Japón es gratuita para los operadores. Además, es una cuestión de disponibilidad. La mayoría de la población pasa mucho tiempo en el tren y es allí donde más utiliza el móvil. Y por último, la diversión. A los japoneses usar el móvil les parece divertido.
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