Por un mundo más grande
Poner fin a la violencia con la que se discrimina a diferentes colectivos desde foros online pasa por incrementar el conocimiento y el nivel educativo, por saber ser persona.
Los sitios Web con contenidos que discriminan, vulneran el honor y difunden el odio entre personas de diferentes colectivos tienen los días contados. Así se desprende tras una queja de una ONG contra la intolerancia humana, reclamación que ha visto los brazos abiertos del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, quien se ha propuesto con total rotundidad poner fin a cualquier movimiento o dinámica que atente contra la vida.
No obstante, se debería subrayar a este respecto que la tecnología no es ni buena ni mala. Es su empleo y manejo el que delimita la naturaleza de los componentes con los que vamos evolucionando y, en el mejor de los casos, superándonos a nosotros mismos como especie.
En cualquier caso, Internet se ha convertido para muchos en un auténtico foro desde el que, de la manera más cobarde, se insulta y condiciona a víctimas siempre inocentes. Porque, desde luego, la violencia, el verdadero aglutinante de fenómenos de estas características, nunca tiene justificación. Ni digna ni convincente.
Así pues sólo queda plantar cara y coger al toro por los cuernos. Y la mejor opción es, a fin de cuentas, seguir apostando como tantas veces tanto por el conocimiento como por la educación. En suma, por los cimientos del saber estar y del saber ser persona.
Que el propósito de acabar con la demencia no se quede en la eliminación de ciertas páginas online y que el derecho a la pluralidad continúe dirigiendo nuestros objetivos de vida por un mundo mejor y más grande.