Por qué Facebook quiere que juguemos en Messenger
Messenger estrenó esta semana su primer juego. ¿No era mejor una app que hiciese una sola cosa, pero la hiciese bien?
La primera explicación de Facebook, esa que a pocos convenció entre el enfado por tener que descargarse Messenger para usar el chat de la red social, fue que era mejor una app que hiciese una sola cosa, pero bien, que una con demasiadas funciones. La gente fue poco a poco aceptando a Messenger en sus smartphones y concluyendo que no estaba tan mal. Que quizá lo de una app por servicio fuese una buena estrategia. Pero entonces Facebook lanzó la Messenger Platform.
Y es que la tentación era muy grande: de pronto Facebook tenía otra app en la que los usuarios pasaban bastante tiempo (aunque no el suficiente) e interactuaban de forma distinta a la usada en la red social. ¿Cómo aprovecharse de esto? Añadiendo poco a poco otras funcionalidades y servicios a Messenger que inviten a los usuarios a pasar más tiempo en la plataforma: videollamadas, posibilidad de envío de dinero… y ahora juegos.
Cuando hace tres meses, durante la F8, Facebook desveló su Messenger Platform, intentaron dejar claro que su prioridad para aceptar apps de desarrolladores era que estas estuviesen relacionadas de alguna forma con la creación de contenidos (GIFs, memes…). Los juegos no parecían una opción, pero desde la red social ya dijeron hace un par de semanas que la idea de abrir a todos los desarrolladores la plataforma era “ver qué creaba la gente”. Y si había algo con sentido, ¿por qué no añadirlo?
El primer juego al que podrán jugar los usuarios de Messenger (solo en iOS y Android) con sus amigos es Doodle Draw, muy similar a Draw Something (y, claro, a Pictionary): el juego propone una palabra, que el usuario dibuja y envía a sus amigos para que estos lo adivinen. Una idea sencilla que se integra de forma natural con el formato chat, pero ¿cómo serán los siguientes juegos? ¿es buena idea abrir Messenger a su llegada?
El resultado más temido: el spam
Facebook tiene cariño a los juegos, ya que fueron una de sus primeras fuentes de ingresos en un momento en el que parecía en el que nunca iban a lograr monetizar nada. No obstante, los juegos perdieron fuelle e importancia como fuente de ingreso a la misma velocidad que Facebook descubrió cómo sacar dinero al móvil. En estos dispositivos los juegos de Facebook desaparecían.
La idea de meterlos en Messenger puede ser buena si se hace bien. El peligro, lo que todo el mundo teme, es que la app se convierta en el infierno de notificaciones y solicitudes que fue Facebook durante los momentos álgidos de juegos como FarmVille. No obstante, parece que han aprendido la lección: aunque cuando se lanzó Doodle Draw en Messenger permitía conseguir más dinero si se enviaban solicitudes a otros amigos para que jugasen, eliminaron esa función rápidamente.
¿El objetivo final de Facebook con todo esto? Seguir creciendo como app de mensajería que pueda sustituir a rivales como Whatsapp. De hecho, lo de poder jugar desde una aplicación de mensajería instantánea no es un invento de Facebook: LINE, por ejemplo, ofrece esa funcionalidad desde hace ya bastante tiempo.
Si todo va bien, Facebook podría lograr que los usuarios entren en Messenger aunque su objetivo no sea chatear con sus amigos, pasando por lo tanto más tiempo en la plataforma. En un futuro, se supone, intentarían empezar a monetizar también la aplicación, para lo que está claro que la presencia de juegos será una parte importante.