Además, los intercambios en materia de conocimiento aumentan, algo muy importante en empresas donde la investigación y el desarrollo son pilares de crecimiento.
“
Los programas de mentoring son especialmente apropiados en todos los sectores intensivos en conocimiento, como el farmacéutico o las telecomunicaciones”, asegura Beatriz Valderrama. En el caso de Microsoft, el mentoring “forma parte” de la filosofía corporativa. “Tenemos implantado un modelo 70/20/10 (en materia de aprendizaje)”, como apunta Calviño. El 20% corresponde a acciones de
coaching y
mentoring.
“Microsoft es una organización que se basa en el desarrollo del potencial de sus empleados y continuamente busca formas de mejora para facilitarlo”, añade el responsable de gestión de talento de la compañía.
Estos beneficios son los que están llevando a las empresas a interesarse por la aplicación de estas técnicas de gestión de recursos humanos, aunque como reconoce Beatriz Valderrama la crisis no está ayudando a que los proyectos salgan adelante. “El efecto de la recesión también se ha notado en la paralización de iniciativas relativas a la formación y desarrollo”, explica, a pesar de que, como defiende, “éste es un momento oportuno para implantarlos”.
Las técnicas de mejora de la gestión empresarial redundan en un mayor aprovechamiento de los recursos y, en el caso del
mentoring, reducen costes al eliminar de la ecuación los programas de formación del trabajador.
A esta realidad se suma, por otra parte, la cotidianidad del proceso. Ayudarse los unos a los otros no es nada nuevo.
“El mentoring es tan antiguo como la historia de la Humanidad, siempre ha existido el que las personas se ayuden entre ellos y crezcan en todos los sentidos”, concluye Calviño.