El “capitalismo itinerante” de Nokia
El pasado martes el gigante de la telefonía Nokia, el primer fabricante de teléfonos móviles del mundo, anunció su decisión de trasladar la fábrica que hasta ahora tenía en Bochum, (región de Renania del Norte-Westfalia). La compañía planea instalar la planta en Rumanía. Como informaba Silicon News en el día de ayer, la sociedad alemana está presionando a la compañía finlandesa, pero de momento Nokia no ha emitido ningún comunicado en su defensa.
La decisión es habitual en el sector. La reducción de costes que supone llevar la fabricación a Rumanía, países del Este de Europa e incluso China o India es considerable, por lo que buena parte de las compañías tecnológicas llevan años abandonando sus fábricas europeas en busca de una mayor competitividad. Pero esta política de deslocalización ha levantado una amplia polvareda en la sociedad alemana, y el Ejecutivo Merkel ha criticado airadamente lo que consideran una injusticia. Incluso el ministro de Consumo, Agricultura y Pesca ha señalado que cambiará de móvil, alentando el boicot a Nokia.
Por su parte, el ministro de economía, Peer Steinbrück, se ha expresado con especial dureza hacia Nokia en un programa de radio. Según Reuters, afirmó que el movimiento “es un ejemplo de capitalismo itinerante que sistemáticamente socava el apoyo a [nuestro] sistema económico y social”.
Es poco probable que Nokia de marcha atrás en su decisión, aunque Steinbrueck ya ha avisado de que el gobierno de Renania del Norte-Westfalia podría solicitar a Nokia la devolución de los subsidios que obtuvo por la implantación de la fábrica en la región.