Plan Nacional I+D+i para reducir la burocracia

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha anunciado que el nuevo Plan Nacional de I+D+i estará aprobado “antes del verano” y que éste incluirá entre las novedades principales una “ampliación de la participación” de los científicos y las distintas comunidades autónomas en los trámites de ayudas y la mejora en la simplificación de las solicitudes, esto es, una “reducción de la burocracia”, según el informe.

De la Vega ha comentado que éstas son las líneas generales del Plan, que tendrán vigencia entre 2008 y 2011, y que han sido presentadas por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera. Según la vicepresidenta, su objetivo es “ampliar mucho la participación” de los científicos y las comunidades autónomas, y crear una ventanilla única, que simplifique y agilize notablemente los procedimientos para la tramitación de las ayudas

En la elaboración del Plan, según el Ejecutivo, “se está contando con una amplia representación de la comunidad científica y tecnológica”, así como de las Comunidades Autónomas y de la propia Administración General del Estado, y se están teniendo en cuenta evaluaciones como las de la OCDE o las que los propios científicos y empresarios españoles han realizado.

Uno de los objetivos prioritarios del nuevo Plan será simplificar el acceso a las ayudas y los procedimientos de gestión, para lo que está prevista la creación de una “ventanilla única” interministerial, y se va a establecer un calendario estable de convocatorias de ayudas, que a su vez se reducirán en número.

El Plan también “pone el énfasis en las acciones financiables más que en las áreas concretas de conocimiento” con el objetivo de “financiar la investigación científica de calidad con lo que necesite (personal, laboratorios, gastos derivados de un proyecto, entre otras) independientemente del área temática”.

No obstante, el Plan destacará cuatro grandes áreas prioritarias, que constituyen importantes retos de la I+D actual, en las que España tiene un importante potencial y cuyo impulso será muy útil para el bienestar y la competitividad del país. Se trata de Energía y Cambio Climático, Biotecnología, Tecnologías de la Información y la Comunicación, Salud, Nanociencia y Nanotecnología.