Uno de cada tres pitches incluyen una completa mentira
Los emprendedores usan todo tipo de artimañas para obtener un acceso más rápido a la financiación y cantidades mayores.
Con los elevator pitchs pasa lo mismo que con los currículums o las primeras citas. Todo el mundo sabe que a la hora de hablar sobre sus startups los emprendedores exageran un poco, potencian ciertos aspectos, adornan algunas cosas y dejan las que son negativas en un cajón, pero hay una línea muy delgada entre el marketing y la mentira, entre ornamentar y engañar.
Los inversores no son tontos y no pican con facilidad, pero empiezan a sentirse molestos por los goles que muchos fundadores de startups quieren colarles. “Un tercio de los pitches que veo incluyen una mentira completa”, ha asegurado a The Information Bob Kocher, socio de la firma de capital riesgo Venrock Capital, especializada en empresas de salud IT.
Kocher pone como ejemplo el caso de una startup cuyo nombre no quiso mencionar que le aseguró estar trabajando con el gigante de la salud Kaiser Permanente. Al investigar, el inversor descubrió que solo había hablado con un jugador del grupo.
¿Por qué los emprendedores mienten o maquillan la realidad de esta manera? Kocher cree que es el resultado de que hoy en día haya más fondos disponibles para las startups. Los fundadores obtienen más interés de los inversores y compiten entre sí para obtener inyecciones de capital más altas.
Por otro lado, teniendo en cuenta el pequeño tamaño de algunos ecosistemas emprendedores y la gran cantidad de información que circula hoy por la Red, los emprendedores pueden obtener un acceso más fácil a los inversores. Pueden saber sus gustos preferencias, el tipo de startups que quieren para su cartera, etc y adaptar sus pitches específicamente para convencerlos. En una frase, ser la startup de sus sueños.